El Gobierno ZP sigue dando palos de ciego a ver si alguna vez acierta. Por primera vez desde que es jefe del Ejecutivo, Zapatero no aprovechó la Fiesta Minera Astur-Leonesa que marca el inicio del curso político del PSOE para precisar la subida de las pensiones mínimas para el próximo año y se limitó a decir que éstas «ganarán poder adquisitivo», y a recordar que en los últimos años han subido un 30 por ciento por encima de las demás pensiones.
Zapatero empieza el curso en Rodiezmo dejando la sensación de que ya no tiene nuevos ases en la manga para distraer la atención. El año pasado Zapatero anunció una subida de hasta el 6 por ciento y otros años había adelantado que subirían el doble de la media de las demás pensiones, pero este año, en una situación de crisis grave y con un Presupuesto muy ajustado, Zapatero es consciente de que la subida no podrá ser espectacular y quiere negociarla con los sindicatos, según explicaron fuentes gubernamentales. Lo mismo sucederá en el caso de la subida salarial de los funcionarios, explicaron las fuentes, y del salario mínimo interprofesional, según recalcó Zapatero.
Del resto de las pensiones, sólo dijo que «está establecido» que tienen que mantener su poder adquisitivo –dado que su subida está ligada a la inflación–. También garantizó que aumentará los recursos para la Ley de Dependencia, las becas –que llegarán a más estudiantes–, las ayudas al alquiler para los jóvenes y «a la igualdad» –él mismo aseguró recientemente que no tocará el «cheque-bebe»– y, por todo ello, pidió «confianza» a los trabajadores, asegurando que mantendrá la política social «a pesar de la grave crisis económica.
No deja de resultar llamativo ver a dos jóvenes como Leire Pajín y Bibiana Aído ver levantar el puño como si ese ritual obrero les circulara por las venas. Como recuerda el editorial de El Mundo, «su única relación con el obrerismo son las leyendas que les hayan contado en sus casas. Por arcaico que pueda parecer, el partido que gobierna -con el decidido impulso de su líder- sigue instalado en una realidad que no existe. Y como toda religión tiene sus supersticiones, pretende que todos paguemos su onírica lucha de clases con más impuestos. El resultado será que cada vez habrá más despidos y menos empleo porque con esas premisas no se creará riqueza, sino ruina.» Alguna vez dijimos que el PSOE terminaría como una secta. Rodiezmo confirma esa premonición.