Todo se ha consumado. Con suspense, 8 horas de infarto en que se negoció al borde del abismo y muchas presiones, pero el popular Jose Luis Martínez Almedida ya es alcalde de Madrid.
Tras cerrar un acuerdo apenas a cinco horas de que diese comienzo el pleno de constitución del Ayuntamiento, el PP recupera la alcaldía de la capital de España. Con los votos a favor de los 15 concejales del PP, los 11 de Ciudadanos y los 4 de Vox.
Los 19 de Más Madrid votaron a su candidata, Manuela Carmena, y los 8 del PSOE a Pepu Hernández.
La predecesora de Martínez-Almeida, Esperanza Aguirre, observó este 15 de juniuo de 2019 desde la tribuna cómo su ahijado político recuperaba el mando de las manos de Manuela Carmena, la mujer que, a su vez, le arrebató a Aguirre el poder en 2015.
Este momento histórico tampoco se lo quiso perder el presidente del PP, Pablo Casado, y otros exalcaldes madrileños como José María Álvarez del Manzano -que cerraba la lista de Martínez-Almeida-, Alberto Ruiz-Gallardón o Ana Botella, quienes rompieron a aplaudir cuando terminó la votación.
Después de obtener el bastón de mando de las manos de Carmena, Martínez-Almeida, ya como presidente del pleno dio paso a Javier Ortega Smith, el portavoz del grupo con menor representación.
«Tenemos que representar a todos los madrileños, nos hayan votado o no. Desde nuestro grupo, por encima de diferencias legítimas, habremos de ser los garantes del respeto y el cumplimiento de la legalidad. Venimos a someternos al dictado de las leyes. Ni un sólo euro de las arcas de este ayuntamiento puede ir a otro destino que el servicio público. Un futuro donde la corrupción no tenga cabida».
Eso afirmó antes de concluir con un «¡Viva Madrid, Viva España».
El portavoz socialista, Pepu Hernández, que también se estrenaba en el pleno del Ayuntamiento, más quemado que la cafetera del Virginiano y con evidente despecho, aprovechó su primera intervención para lanzar un dardo al PP:
«Supongo que ya no les interesa aquello de que gobierne la fuerza más votada».
«El trío de Colón va a gobernar Madrid desde el Palacio de Cibeles. Esa es la verdad».