Corría el mes de junio del año 2015 cuando los dos líderes de Podemos exhibían su aparente amistad en público, en privado y también por las redes sociales. En lo político hay quien dice que ya comenzaba el distanciamiento: la formación morada había crecido casi de forma inesperada y comenzaba su metamorfosis a un partido más, de la ‘casta’, son sus disputas palaciegas y luchas internas incluidas.
En esos días el ahora líder de Más País (después de pasar inédita su aventura madrileña en el parlamento autonómico con Más Madrid) escribía un tuit que ahora –tal y como ha comprobado Periodista Digital– ha rescatado Twitter, ya se sabe lo que ocurre cuando das un paso adelante en política que uno es casi siempre esclavo de sus redes sociales, con duras críticas a Errejón por su alto grado de estupidez.
Decía el antiguo dirigente de Podemos que: “la hegemonía se mueve en la tensión entre el núcleo irradiador y la seducción de los sectores aliados laterales. Afirmación – apertura”.
No se preocupen ustedes, queridos lectores, que nosotros tampoco entendemos nada. Las críticas y mofas en Twitter fueron entonces feroces, aún hoy lo son, e incluso se activó una simpática campaña bajo el hashtag TuiteaComoErrejon.
La hegemonía se mueve en la tensión entre el núcleo irradiador y la seducción de los sectores aliados laterales. Afirmación – apertura.
— Íñigo Errejón (@ierrejon) 19 de junio de 2015
Con ese pedante, pero a la vez enigmático post, tal vez se refería Íñigo Errejón a lo que estaba por venir en cuanto a la lucha por el poder de los morados dos años después del combate de Vistalegre II, en el que Pablo Iglesias fulminaba al hasta entonces número dos de Podemos.
Pero ese anecdótico tuit ocultaba una conversación entre los entonces amigos… Y es que el primero en contestar, en tono jocoso y amable, era Pablo Iglesias que escribía en el hilo de Twitter “ser intelectual es jodido Íñigo Errejón. Ya lo sabían en ‘Amanece que no es poco'», adjuntando un pasaje de esa película española de Juan Luis Cuerda.
Inmediatamente respondía Errejón con una pregunta que era toda una premonición: “Jejeje a propósito, supongo que me respetarás, no Pablo Iglesias?”.
Meses después no hubo respeto alguno entre ambos y sí una guerra fratricida que terminaba en desastre personal entre ambos y en lo político en una escisión que ahonda en la herida de Podemos.
