No toleran que se les digan las verdades del barquero. Los mandos de los Mossos d’Esquadra volvieron a protagonizar en la tarde del 9 de octubre de 2019 otro esperpento, a los que ya están acostumbrados Policía y Guardia Civil, marchándose de un acto oficial por la fiesta de la Guardia Civil que se celebraba en la Comandancia de la Guardia Civil de Sant Andreu de la Barca.
¿El motivo? Que los mandos de los Mossos, encabezados por el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, estaban molestos por los discursos que han realizado el jefe del cuerpo en Cataluña, el General de Brigada Pedro Garrido, y el director general de la Guardia Civil Félix Azón. De hechp, fue terminar las intervenciones de los miembros de la Benemérita e irse sin quedarse a disfrutar del ágape que se ofreció posteriormente.
Posiblemente, lo que les llevó a largarse dando un portazo simbólico fueron las valientes y decididas palabras de Garrido ensalzando la operación de la Guardia Civil contra los CDR:
La pretendida revolución de las sonrisas se ha convertido con más facilidad de la deseada en el rictus que disimula el odio y la mezquindad capaz de generar destrucción, dolor y sufrimiento.Independentismo y terrorismo no son lo mismo y desde luego se combatirán estas acciones sin pena ni tregua. La Guardia Civil ha contribuido a la cimentación de la sentencia del procés con un trabajo de investigación objetivo, riguroso y exhaustivo. La sentencia tratará sobre actuaciones criminales supuestamente cometidas por personas relevantes de las instituciones autonómicas para llevar a cabo un proyecto secesionista para Cataluña.