La propia Policía está sorprendida del nivel de sobreexcitación de la fanática turba golpista que las últimas noches provocó unas terroríficas algaradas en Barcelona.
A los expertos les llamó la atención eso y que además, bastantes de los alborotadores, mostrasen un escaso temor a enfrentarse a los agentes.
Lo hacen con una agresividad inusitada y fuera de si, lo que no se debe exclusivamente al fanatismo político.
Según cuenta El Español, los propios efectivos policiales cuentan como en las revueltas vividas la noche del 18 al 19 de octubre de 2019 en la Ciudad Condal, pero también en jornadas anteriores, a varios de los detenidos reflejaron que iban pasados de la raya.
Y no, no es ninguna hipérbole.
La Policía cuenta que, en colaboración con los Mossos d’Esquadra, a un número importante de los manifestantes identificados se les incautaron varias dosis de metanfetaminas y de éxtasis.
Se trata de dos estupefacientes de la misma familia que generan euforia, hiperactividad y pérdida parcial del sentimiento de dolor físico.
Los agentes policiales hallaron las drogas dentro de mochilas, riñoneras, pequeños bolsos y en las ropas de los detenidos.
Explican que entonces comprendieron las razones por las cuales esos jóvenes parecían no sentir un dolor físico ante las cargas policiales:
Entendimos por qué siendo tan jóvenes estaban siendo tan sumamente violentos.