Va a ser verdad eso de que ‘tiran más dos tet*s que dos carretas’. Porque ala hora d ela verdad, en el momento más duro de su vida, Albert Rivera ha pensado en Malú.
El líder de Ciudadanos abandonó este 11 de noviembre de 2019, el partido político que ha liderado durante los últimos 10 años tras el batacazo electoral de la víuspera, en el que la formación naranja perdió la friolera de 47 escaños, quedando tan solo con 10 diputados en el Congreso:
«Me voy a dedicar a cuidar de los que más quiero».
Albert Rivera ha comunicado su decisión en rueda de prensa este lunes, apenas 12 horas después de conocer los desastrosos resultados electorales.
Acompañado por todos sus compañeros, en especial una Inés Arrimadas bañada en lágrimas, ha anunciado no solo su dimisión como presidente sino también su renuncia a su escaño en el Congreso y su retirada de la vida política:
«En coherencia con lo que soy, no creo que sorprenda que hoy dimita. Sea justo o injusto, es lo responsable. Es lo que me enseñaron mis padres y mis profesores. Yo quiero ser feliz y lo haré lejos de la política».
El momento más emotivo del discurso ha sido el homenaje de Rivera a todos sus seres queridos, especialmente a su novia, Malú:
«Me voy para ser mejor pareja, mejor padre y mejor hijo, para cuidar de los que más quiero. Ha llegado el momento de servir a mis padres, que dejen de sufrir; a mi hija, que le he dedicado menos tiempo de lo que debería; a mi pareja, que ha estado siempre a mi lado, aguantándolo todo contra viento y marea; a mis amigos y a vosotros compañeros».
Lo ha dicho Albert con una sonrisa.
El líder de Ciudadanos ha asumido este lunes la responsabilidad del descalabro electoral de Ciudadanos:
«Por responsabilidad debo dimitir de ese cargo. Cuando hay éxitos los líderes tenemos que saber que son de todos, pero cuando hay malos resultados, los líderes tenemos que saber que son del líder».
Y no solo ha anunciado su dimisión sino también su rechazo al escaño de diputado en el Congreso:
«No se puede ser diputado en el Congreso solo por una nómina. Quiero dejar paso a otro diputado al que le apasione entrar por la puerta del Congreso. Hay vida más allá de la política».
Rivera, que es licenciado en Derecho, ha recordado que trabajó en Barcelona como abogado antes de comenzar su carrera en la formación naranja (en los servicios jurídicos de La Caixa) y aunque no ha desvelado si volverá a ejercer la abogacía, es una de las posibilidades:
«En mi casa me enseñaron a trabajar».
El discurso de Rivera ha sido muy aplaudido en las redes sociales, donde lo han calificado de humilde, honrado y de ser un ejemplo en estos tiempos.
