Los Guardias Civiles pagan, y no pueden gestionar, ni decidir, ni controlar, la entidad de sus Huérfanos

La UnionGc, solicita presencia de las asociaciones representativas en la Pro-Huérfanos Guardia Civil

La UnionGc, solicita presencia de las asociaciones representativas en la Pro-Huérfanos Guardia Civil

La Unión de Guardias Civiles,  –UnionGC– y el resto de las asociaciones se reunieron en fechas pasadas con la asociación pro huérfanos de la guardia civil, presidida por el General Alvaredo. A dicha reunión asistió el director cesado Felix Azón, al cual le dieron las gracias por su presencia, a pesar de ser el gestor más pésimo de toda la historia de esta Benemérita institución.

El representante de la Unión de Guardias Civiles, –UniónGC– vocal en el consejo, formuló una vieja pregunta sin que nadie de los allí presentes pudiera dar respuesta. La pregunta era: ¿»Para cuando las asociaciones representativas van a tener presencia en los órganos de la asociación»?.

En dicha reunión, se hizo un resumen histórico de la Asociación Pro Huérfanos, desde el nacimiento hasta el día de hoy, facilitando datos económicos que son públicos y están publicados en el diario oficial de la Guardia Civil –BOGC–. Se describieron los órganos de gobierno y administración de la institución o asociación. Se ofreció a las asociaciones, aumentar la transparencia y recoger el sentir de los guardias civiles mediante el conducto del Consejo de la Guardia Civil, añadiendo el compromiso de periódicamente pasar información. Y se pasó de largo sobre algo tan crucial que es, el que los asociados y miembros de la asociación puedan tener a sus representantes elegidos democráticamente en esta gran Institución de todos los Guardias Civiles.

En un estado de derecho no es permisible que quienes pagan sus cuotas, son miembros de pleno derecho no tengan a sus representantes en los órganos de administración y gestión, para controlar y para rendir cuentas. Esto ensombrece una vez más los derechos de todo el conjunto de guardias civiles y de sus familias, que nos recuerda la negra noche de detenciones de cientos de Guardias civiles por solicitar permiso para solicitar una asociación en los años 1990, y por solicitar la seguridad social.

La Guardia Civil necesita aún al día de hoy, reformas estructurales de gran calado, una oportunidad para la nueva directora general que además es una mujer, y entiende de carencias y graves discriminaciones.

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