Pedro Sánchez sigue pagando el precio de su alianza con Podemos. El presidente español ha rechazado la opción de celebrar una reunión “entre presidentes” con Juan Guaidó, en el marco de su gira europea que busca impulsar las presiones contra el régimen de Nicolás Maduro. Así lo han confirmado, en exclusiva, fuentes diplomáticas a Periodista Digital, lo que ha sido recibido con “sorpresa” por parte del gobierno interino, ya que consideran que es una traición a las promesas del líder del PSOE.
El ‘camarada’ de Pablo Iglesias afirmó, durante la reunión de la Internacional Socialista que se celebró el 28 y 29 de enero de 2019, que “quien contrapone socialista o libertad, quien responde con balas y con prisiones a las ansias de libertad y de democracia no es un socialista, es un tirano. Y, por tanto, los venezolanos tienen hoy que sentir cercano el aliento de la Internacional Socialista”. Una promesa que se fue diluyendo con el paso de los meses y los pactos con Podemos para conseguir un “gobierno progresista”.
Ahora, Pedro Sánchez cierra la puerta a un encuentro personal con Juan Guaidó. Aunque deja abierta otras puertas. Por ejemplo, la nueva ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, Arancha González Laya, demostró “su disposición para recibirlo”, una situación que prevé que también pueda suceder con Josep Borrell, el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior. Una especie de premio de consolación y una ofensa para quien espera que el reconocimiento de España a Juan Guaidó no se quede solo en los discursos.
“Hoy ese compromiso debe estar más vivo que nunca y debe recibir al legítimo Presidente Encargado de Venezuela (a quien España reconoce) Juan Guaidó, en su gira con mandatarios internacionales por Europa. España no puede mantenerse al margen”, han indicado desde el gobierno interino a Periodista Digital.
En un fallido intento por demostrar su respaldo, Arancha González Laya también indicó que España está dispuesto a ser la sede de la próxima reunión del Grupo Internacional de Contacto para Venezuela, que incluye tanto a países de la Unión Europea como latinoamericanos. Sin embargo, se trata de una nueva apuesta por los diálogos ‘a lo Zapatero’, que sólo han servido para dar oxígeno al régimen de Nicolás Maduro y que no han impulsado una transformación democrática real en Venezuela.
