No se tragan y no es de extrañar. La relación entre los expresidentes socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero comienza a tomar tintes similares a los de la Guerra Fría.
El que fuera histórico líder del PSOE y, hasta la fecha, el presidente con más años seguidos en el Palacio de La Moncloa (1982-1996) le ha pintado la cara al tibio ZP por su postura con la cuestión venezolana y por, pese a su supuesta neutralidad, acabar inclinándose del lado del chavismo.
El último desencuentro protagonizado por ambos viene a colación de la visita que este 25 de enero de 2020 realiza a España el presidente de Venezuela, reconocido además por la comunidad internacional, Juan Guaidó.
Mientras Zapatero se pone del lado de Pedro Sánchez y aplaude la decisión de no recibirle, González no duda en dar la cara por el mandatario venezolano, máxime cuando además el hoy presidente del Gobierno español se apresuró en reconocerle como dirigente legítimo venezolano.
Felipe González, en un comunicado, apunta que:
Juan Guaidó es el único representante legitimado democráticamente de acuerdo con la Constitución de Venezuela frente a la tiranía de Maduro y sus apoyos espurios. La democracia en Venezuela ha desaparecido y ha sido sustituida por una dictadura tiránica que ha convertido la república en un Estado fallido.
Sin embargo, José Luis Rodríguez Zapatero, que tiene otros objetivos, tira de palabrería insulta para decir en la Cadena SER el 24 de enero de 2020 que:
Hay que apostar por un cambio de enfoque ante la crisis de Venezuela. Y por ser prudentes en la relación con ambas partes.
Zapatero, preguntado asimismo por las declaraciones de Felipe González, asegura sin empacho alguno que su postura:
No parece muy moderada.
38 VIAJES DE ZAPATERO A LA VENEZUELA DEL DICTADOR MADURO
El principal apoyo de Nicolás Maduro en España insiste en que hay que hablar, aunque al final de todo se esconde el entreguismo de ZP al chavismo:
Es preciso el diálogo entre las partes en conflicto en lugar de actuar como hooligans de una u otra. Yo he estado en Venezuela en 38 ocasiones para apostar por la paz, la democracia y la convivencia en un país hermano. La declaración de González me parece respetable, obviamente, pero la cuestión no es si se reconoce a Guaidó o no; eso es una nota a pie de página.
Y añadía sin asombro alguno de ponerse colorado que:
Hay que promover el diálogo y el consenso, quien representa a Venezuela en la ONU es el Gobierno de Maduro y no cabe duda de que el chavismo ha ganado elecciones y tiene apoyo social, algo que se quiere desconocer.
La contorsión final de Zapatero no tiene precio al apoyar sin ambages la decisión de Pedro Sánchez de mandar a la ministra de Exteriores española, Arancha González Laya, a recibir a Juan Guaidó, mientras él se pone de perfil para no incomodar a su principal socio de Gobierno, el podemita Pablo Iglesias:
Pedro Sánchez no se equivoca, sino que acierta no recibiendo a Juan Guaidó. El enfoque sobre Venezuela antes o después tendrá que cambiar en muchas actitudes políticas y cabezas porque es un error promover sanciones económicas que hacen sufrir a un pueblo y no llamar al acuerdo, al entendimiento entre dos sectores de la sociedad.
Y sostiene que:
El Gobierno de Maduro, guste o no es el que retiene el control de la autoridad. Y hay que recordar que el 90% de la información que le llega a los ciudadanos españoles sobre Venezuela está sesgada hacia una única dirección.
