El Gobierno «Sánchezstein», con la brillante idea de prohibir a la Junta de Andalucía salir a buscar financiación en los mercados, no ha dejado más remedio que la adhesión al FLA y al cumplimiento de una serie de obligaciones que vendrán adheridas a su vez al FLA, que conociendo a los personajes, seguro que no traerá nada bueno para los sufridos contribuyentes andaluces, puesto que seguramente obligue a la Junta a aceptar una serie de condiciones financieras y fiscales leoninas y perjudiciales para los andaluces.
El Gobierno de Andalucíaha aprobado manifestar su voluntad de adhesión al FLA ante la negativa del Gobierno de Pedro Sánchez de que Andalucía salga a los mercados a financiarse, y disponer así de la cantidad asignada de 2.984 millones de euros para este primer trimestre del año.
El vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, ha señalado que la mayor parte de ese dinero se destinará a amortizar vencimientos de deuda y que 55,8 millones se usarán para financiar las devoluciones que hubo que hacer al Estado por las liquidaciones negativas del sistema de financiación de los años 2008 y 2009.
Marín ha apuntado que acogerse al FLA conlleva la aceptación de una serie de condiciones financieras y fiscales. «Esperamos que el Gobierno de España no caiga en la tentación de obligar al Gobierno de Andalucía a subir los impuestos o incluso a revertir la bajada de impuestos aprobada en mayo de 2019 con la práctica eliminación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Andalucía es tierra libre de ese impuesto y vamos a defender con uñas y dientes que los siga siendo».
En este sentido, Marín asegura que el Gobierno andaluza «se ha visto abocado» a adherirse al FLA después de que el Gobierno de España impidiera a Andalucía salir a los mercados por el incumplimiento de déficit y las reglas de deuda y gasto de 2018, es decir, cuando la actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero, era consejera del mismo ramo en Andalucía.