El Ministerio de Sanidad ha iniciado el reparto de los test rápidos de detección de Covid-19 entre las comunidades autónomas, un recurso del cual se adquirieron 640.000 unidades procedentes de China, a las que se sumarán otras seis millones importadas de países europeos.
El pasado 22 de marzo, se procedió “a la distribución de los primeros 8.000 test en la Comunidad de Madrid”, según el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que aseguró que este pasado martes, 24, se recibirán “50.000 test rápidos y, a lo largo de esta semana, un millón más que ya hemos adquirido”.
Los test de diagnóstico rápido son fundamentales para detectar enfermos asintomáticos y frenar así los contagios porque son este tipo de infectados quienes están propiciando los contagios masivos al desconocer su estado y no extremar las medidas de confinamiento. Muchos de esos positivos ‘silentes’ precisamente corresponde a personal sanitario o de emergencias que estos días trabajan en hospitales o manteniendo el orden en las calles.
Así, tal y como han asegurado a Periodista Digital diversas fuentes médicas de toda solvencia, estos nuevos test detectores del Covid-19 no son nada fiables. Según explican a PD estas fuentes sanitarias “los test que se están repartiendo tienen una menor sensibilidad que los PCR, con una capacidad muy alta de detectar positivos y negativos, y están dando falsos negativos”.
Algo que el personal médico y sanitario consultado por este periódico considera de “muy peligroso, letal” para el control de la pandemia. “La situación es gravísima. Estamos poniendo en riesgo la salud de miles de personas porque una persona infectada puede creerlo que no lo está atendiendo al resultado de ese test nada fiable”, coinciden las diversas fuentes médicas consultadas.
Pero el titular de Sanidad, aparentemente ajeno a estos test defectuosos, ha anunciado que actualmente, “se están realizando entre 15.000 y 20.000 test cada día. Ahora, nos proponemos hacer test masivos: a los profesionales sanitarios, a los casos positivos y a los grupos de riesgo”.
En este sentido, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) de la cartera sanitaria del Gobierno, Fernando Simón, expresaba que estos test van dirigidos, por un lado, “a reducir la carga asistencial de hospitales. Por otro lado, como grupo prioritario, a los profesionales sanitarios. Luego, tenemos las residencias de mayores y, a partir de ahí, se empiezan a distribuir para el diagnóstico poblacional”.
Pero si no son fiables, estamos en lo mismo: en la negligente actuación del Ejecutivo de Pedro Sánchez en esta crisis sanitaria plagada ya de mentiras y ocultaciones gubernamentales.
