En el sector sanitario andaluz hay un total de 710 liberados sindicales, de los cuales, tan solo 13 han sido capaces de «arremangarse» y lanzarse a ayudar a sus compañeros y ciuadadanía en la lucha contra la pandemia del COVID 19 y otros 10 están a la espera de que la Dirección General de personal les incorpore a su puesto si son requeridos.
Es una «foto fija» que simple y llanamente debería de escandalizar a cualquiera que lo lea o escuche y te subleva contra esa casta sindical que tan solo mira por si misma y se dedica al «bien vivir» con la excusa de trabajar por los demás.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía hizo un llamamiento al comienzo de la pandemia a los liberados sindicales y aprobó a finales de marzo un decreto para facilitar que los profesionales sanitarios se incorporaran a sus puestos siempre «de forma voluntaria» para apoyar la lucha contra el coronavirus.
El decreto propuesto por la Junta de Andalucía fue tachada como «deleznable» por UGT y señalaron que «no consentirán ataques a nuestro trabajo sindical».