Pablo Iglesias liberó a sus ‘círculos bolivarianos’ de España.
Ante el auge de las protestas contra el Gobierno de Pedro Sánchez, el PSOE y Podemos jugaron dos cartas: la primera, enviar a la Policía Nacional para asustar a manifestantes; y la segunda, intentar desprestigiarles con el ‘bulo’ de ser un “grupo de pijos, millonarios y cayetanos”.
Ninguna funcionó.
La Policía Nacional respetó el derecho a manifestar de los españoles, pero sí exigió que se cumplieran con los horarios y medidas del confinamiento.
En cuanto al ‘bulo’ socialista, se cayó a pedazos con las protestas en localidades humildes como Vallecas y al desvelar que Pablo Iglesias y Gabriel Rufián triplican la renta media individual de los vecinos del barrio de Salamanca.
Lejos de apaciguar a los españoles, su falta de autocrítica y sus mensajes ‘fakes’ crisparon a una población ya indignada por la nefasta gestión de la crisis del coronavirus. De ahí que se dieran los escraches en el costoso chalet de Pablo Iglesias (que se escondió detrás de cinco patrullas de la Guardia Civil) y en la vivienda del ministro José Luis Ábalos.
El fundador de Podemos, tras el fracaso de sus dos técnicas anteriores, desempolvó una de las fórmulas utilizadas por el chavismo por más de una década: mandar a la calle a sus propios ‘círculos bolivarianos’.
¿Cómo funciona?
En Venezuela, la dictadura chavista fue experta en contrarrestar e intimidar a la oposición a través de grupos radicales que, a través de la violencia, saboteaban toda protesta que se hiciera contra el régimen. Es decir, si se organizaba una marcha contra Hugo Chávez, en el mismo día y horario había una ‘contramarcha’ bolivariana que terminaba agrediendo a los contrarios a la dictadura.
Trasladado a España, tras las caceroladas a las 21.00 horas contra el Gobierno del PSOE y Podemos, ahora surgen los ‘colectivos antifascistas’ y ‘obreros’ que se enfrentan con la violencia con quienes durante días se manifestaron sin generar ningún altercado.
Las confrontaciones llegan, casualmente o no, tras la amenaza de Pablo Iglesias contra el PP y VOX: «Hoy es gente de derechas manifestándose en la puerta de mi casa. Mañana puede ser gente de izquierdas manifestándose en frente del apartamento de Ayuso, de la casa de los Espinosa de los Monteros o de Abascal».
Los vídeos evidencian que el objetivo de las manifestaciones radicales de la izquierda es el silenciar a los vecinos indignados con el Gobierno y, como excusa, defender el sistema público de salud que es ignorado hasta por la propia Carmen Calvo. Sí, la vicepresidenta que teniendo que acudir a la pública, terminó disfrutando de los beneficios de la privada para combatir al COVID-19.
Al PSOE y Podemos les interesa que los enfrentamientos ocurran inicialmente en aquellas localidades más humildes. ¿El motivo?, demostrar que la ‘clase obrera’ está con ellos (a pesar de que no sea cierto) y evitar imágenes incómodas en los medios de comunicación como las de Vallecas indignada.
De ahí que surjan enfrentamientos como los registrados este 19 de mayo en Alcorcón, en donde se puede escuchar a los manifestantes gritar: “Muerte al rey y a sus hijas”.
Objetivo: Casa Real
El ataque contra la vida de los integrantes de la Casa Real no es accidental.
El periodista catalán Fonsi Loaiza se mostró en abril de 2020 a favor de cortar la cabeza de las Infantas.
El periodista, que compitió fallidamente para ser el responsable de Deportes de Podemos, utilizó las redes sociales para mostrarse a favor de usar “la guillotina” sobre las hijas del Rey Felipe VI.
Un ataque evidente contra la Casa Real, pero también contra dos niñas menores de edad cuyo único ‘delito’ es formar parte de la Monarquía. Sin embargo, no es la primera vez que el podemita se mete en camisa de once varas por atacar al Rey y su familia.
Por ejemplo, el 6 de mayo de 2019 buscó la forma más absurda de involucrar a Felipe VI con un desahucio. “Hoy ha sido desahuciada Soraya con sus tres hijos menores. A unos kilómetros, en el Congreso, presentaban por todo lo alto el retrato del Rey Felipe VI que nos ha costado 88.000€”, afirmó en Twitter. Sin embargo, la polémica fue rápidamente zanjada por un bestial ‘zasca’ de Alfonso Ussía: “Demagogo. Y cretino”.
La experiencia venezolana
Pablo Iglesias demostró que está dispuesto a crear sus propios ‘Círculos Bolivarianos’. En este sentido, la experiencia venezolana evidencia cuáles serán los próximos pasos que seguirá:
reforzar las estructuras internas de estos ‘colectivos’, crear una organización por localidades o regiones, colocar un coordinador afín a Podemos en cada una, dotarles de un carácter social o cultura que oculte su finalidad violenta y, finalmente, utilizarles en cada protesta de oposición incómoda para el Gobierno, así como para intimidar a los diputados y representantes políticos de la oposición (bajo la falsa imagen de ciudadanos indignados).
En el supuesto de que Iglesias lograse alcanzar el autoritarismo en España, estos grupos serán los pilares para construir un sistema paramilitar como el que actualmente ostenta la dictadura de Nicolás Maduro. Una ‘guardia pretoriana’ que le resguarde ante un posible levantamiento militar.
