Pablo Casado y su entorno cierran filas con Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz de los populares en el Congreso de los Diputados.
A pesar de que en los últimos días varios rumores, algunos de ellos elevados a categoría de noticia, aseguraban que Génova intentaba orillar a Álvarez de Toledo y promocionar otros perfiles como los de Cuca Gamarra, Elvira Rodríguez o Ana Pastor, lo cierto es que el propio Casado ha mostrado a su portavoz su apoyo.
Esas fuentes aseguraban que Álvarez de Toledo había sido una apuesta personal de Casado en contra del criterio de una parte del partido y por eso eran esas mismas quienes filtraban la posible caída en desgracia de la rubia diputada.
Al hilo del encontronazo el pasado hace justo siete días que su portavoz ha mantenido con Pablo Iglesias, al que llamó «hijo de terrorista», en referencia a su padre, Javier Iglesias, miembro del FRAP, y peleando por incluir sus palabras en el «diario de sesiones», Casado ha querido reivindicarla llevando al Constitucional esa bronca.
Retirada de la expresión del diario de sesiones
De esta manera, Álvarez de Toledo puede estar tranquila. Ella apostó por no retirar sus palabras del diario de sesiones ya que no lo considera un insulto.
Meritxell Batet ordenó la retirada de esta expresión del diario de sesiones, amparándose en el artículo 104.3 del Reglamento del Congreso que reza que el presidente puede ordenar retirar las palabras que se consideren «ofensas proferidas».
Como Álvarez de Toledo no lo considera ningún tipo de insulto, está dispuesta a pedir amparo al Tribunal Constitucional.
Tras el revuelo causado, Casado llamó a su portavoz para reiterarle su confianza cuando más sonaban las críticas incluso en el interior del PP de quienes la acusan de ir por libre y ser un verso suelto.