El ‘caso Dina‘ está consiguiendo que la opinión pública sepa que Podemos tiene una cloaca casi tan profunda como la que ellos denunciaban en otras formaciones y de qué pasta están hechos algunos de los implicados.
El último nombre que amenaza en convertirse en viral en este culebrón que supera la ficción de ‘El Lado Oeste de la Casa Blanca’ o ‘House of Cards’ es el de la abogada de Pablo Iglesias, Marta Flor Núñez, a la que hace escasos días veíamos acompañar a Dina Bousselham a declarar ante el juez.
Y lo de esta letrada tiene mucha tela que cortar.
El abogado José Manuel Calvente, expulsado de Podemos, denunció su relación con un fiscal del caso Villarejo
El Independiente soltaba la primera bomba este 24 de junio de 2020. El abogado José Manuel Calvente envió un burofax a Pablo Iglesias advirtiendo que su abogada podía poner al partido morado en peligro «al anteponer sus relaciones íntimas».
Calvente fue expulsado del partido de ultraizquierda, denunciado por «acoso laboral y sexual» precisamente a Flor.
Previamente, El Confidencial había asegurado que Podemos e Iglesias se beneficiaron de filtraciones precisamente provenientes de los fiscales del caso.
Una situación de privilegio a través de la Fiscalía que ha provocado que Iglesias y Podemos reciban información delicada de las diligencias e investigaciones judiciales. Cloaca en estado puro.
Según asegura El Español, Marta Flor es muy dada a airear en diversos círculos personales que mantiene una relación íntima con ese fiscal, al que llama Iron Man, en referencia al superhéroe de Marvel, y que podría tratarse de Ignacio Stampa, según Confilegal.
Así ascendió Marta Flor en Podemos hasta convertirse en la abogada de Iglesias
La carrera de esta letrada fue fulminante.
El Español teje un perfil en el que se descubre cómo escaló puestos dentro del organigrama judicial de la formación morada.
En los inicios, se asegura que Flor no era una abogada brillante cuando arribó en el año 2016, por lo que tenía que ser supervisada precisamente por Calvente, al que luego denunciaría.
Justo cuando Calvente estaba investigando una red de ‘pagos en B’ que afectaban directamente a la cúpula podemita, en concreto, a Irene Montero y Pablo Iglesias.
Según una fuente consultada, Flor tiró de esta estrategia para ganar enteros: «Empezó a contar que estaba separada, que tenía un hijo, que venía de un mal contexto, que se había pasado toda la vida fregando escaleras y la premiaron a ella”.
De esta manera, pero siempre bajo la protección de Calvente, Flor empezó a trabajar en algunos de los casos más mediáticos que afectaban a Podemos, como el de Pablo Echenique, condenado por pagar en negro a su asistente, que ni estaba registrado en la Seguridad Social ni tenía contrato.
Sin embargo, su posición en Podemos acabó por consolidarse en diciembre de 2019.
La caída en desgracia de Calvente, hasta entonces coordinador de Marta Flor
El partido purgó al hasta entonces su superior José Manuel Calvente por haber iniciado varias investigaciones internas contra la cúpula de Podemos. El partido lo ponía en la calle aludiendo a un supuesto acoso sexual y laboral contra Flor.
Calvente se defendió y desmintió las acusaciones de acoso sexual, asegurando que intentaba apartar a Flor de la causa contra Villarejo por mantener una relación personal con un fiscal anticorrupción, el tal IronMan.
Su ascenso y auge en Podemos entronca en lo que algunos medios de comunicación llaman «el triángulo de amistades peligrosas de Pablo Iglesias», ya que aún falta por dilucidar la verdadera relación del ahora vicepresidente con Bousselham, actual directora de ‘La última hora’.
El juez sospecha que Iglesias y Bousselham no le han contado toda la verdad sobre el robo de la tarjeta a la exasesora de Iglesias
Es al juez a quién le toca desmarañar una tela complicada de tejer.
A Bousselham, exasesora de Iglesias en Europa, le robaron el teléfono móvil y su contenido acabó llegando a la revista ‘Interviú’, que optó por no publicarlo y avisar a Iglesias ante la presencia de «contenido íntimo».
Sin embargo, Iglesias no le devolvió de inmediato la tarjeta a la afectada, su exasesora, sino que la guardó durante varios meses hasta que supuestamente optaría por destruirla, ya que cuando se decidió a devolvérsela a Dina ya no funcionaba.
Cuando Bousselham entregó a la Policía la tarjeta una vez estalló el caso Villarejo, los agentes comprobaron que no funcionaba.
Esto provocó que el juez le quitase a Iglesias la condición de perjudicado y pasase a ser investigado.
A Bousselham se la desposeyó inmediatamente de todos los cargos en el partido y se la nombró directora de ‘La última hora’, un digital afín a Podemos creado ‘ad hoc’ para difamar y hostigar a los enemigos políticos y mediáticos de Iglesias, como PD. Un nuevo trabajo seguramente bien gratificado con la intención de comprar su silencio y que que no le cuente la verdad al juez, cambiando hasta en tres ocasiones su declaración.
