El Gobierno que tendría varias voces pero una sola palabra (según decía Pedro Sánchez en enero de 2020) es un gallinero donde se dan más codazos que en el camarote de los hermanos Marx.
Y a todo esto, el socio comunista ha salido respondón.
Pablo Iglesias se ha hartado de ser la criada de la coalición y ha decidido tensionar su pacto con el PSOE poniendo una línea roja: no pactará los Presupuestos con Ciudadanos.
«Pablo Iglesias descolocó todo ese andamio con sus advertencias y evidenció que Pedro Sánchez busca un acuerdo que ni siquiera ha alcanzado aún con Unidas Podemos», señala El Mundo.
Ha enviado a Rafa Mayoral e Isa Serra, dos personas de su estricta confianza, para fijar su posición, desafíar la propuesta de Sánchez y arruinar la estrategia del presidente del Gobierno que incluía apelaciones al PP, con el objetivo de aislar al partido de Pablo Casado.
«El PSOE sabe que con nosotros no va a contar para unos Presupuestos con Ciudadanos», fue el mensaje.
Serra declaró a Cs como un proyecto «incompatible» y arremetió contra los naranjas asegurando que hacen «las mismas políticas que el PP» y que actúan «exactamente» igual que está haciendo Isabel Díaz Ayuso en Madrid.
Podemos pretende que los Presupuestos preserven el carácter social del Gobierno de coalición pasa por rechazar de plano a Cs y PP y por mirar exclusivamente a los partidos que permitieron la investidura. Es decir, a ERC y EH Bildu, principalmente, o al BNG.
BILDU TAMBIÉN AVISA
Los siniestros socios de Sánchez se huelen un acercamiento con el PP y ya comienzan las advertencias: Arnaldo Otegi dijo que si el PSOE busca «otros aliados», en alusión a Cs, «no podrán contar con nosotros».
Como recuerda El Confidencial, Sánchez ya fracasó una vez en 2016 en el intento de transversalidad, es decir, unir a Ciudadanos y Unidas Podemos bajo un mismo acuerdo. Entonces primero pactó con Albert Rivera un acuerdo de Gobierno y dio por hecho que Iglesias no se atrevería a vetarlo y votar en contra en la investidura. Pero lo hizo.
El régimen social comunista se tambalea. Una vez más, los presupuestos pueden ser la lápida a otra legislatura fallida de Sánchez.
