Venía calentita la sesión plenaria de este 16 de septiembre de 2020 en el Congreso de los Diputados, porque es así, ardiente, como está el asunto en España derivado de la pandemia del coronavirus y la crisis económica que ya cabalga.
El primero en apelar al Gobierno fue, como siempre, el líder de la oposición, Pablo Casado.
Y posteriormente llegó el turno para la vicepresidenta segunda, Carmen Calvo, pero lo realmente interesante de ella quedó en el olvido sin Cayetana Álvarez de Toledo, que era realmente quien daba juego en sus enfrentamientos a la socialista.
Después, le llegó el turno de recibir al vicepresidente Segundo, Pablo Iglesias, y hacerlo por partida doble de mano de Teodoro García Egea (PP) y Macarena Olona (VOX). Y vaya si recibió el podemita, con sendos diputados pidiéndole la dimisión por los escándalos judiciales que lleva tras de sí:
Teodoro García Egea se lanzó por el lado de los okupas, del que tanto pasan en el Gobierno y que tanto problema está causando en España, un auténtico paraíso de la okupación:
Señor Iglesias desde que ocupa usted un sillón en el Gobierno los españoles no pueden ni irse de vacaciones tranquilos: la solución se llama ley antiokupación que ha propuesto Pablo Casado en el Congreso. 12 horas para desalojar a los okupas.
Si es que a usted no le gusta gobernar, a usted le gusta estar en el gobierno, que es otra cosa. Me he dado cuenta de que a usted le vale todo por seguir en el cargo: ¡Dame pan y dime tonto!
Donde no hay propiedad no hay Justicia. ¿Usted está del lado de los okupas o de los ciudadanos? ¿Usted ha sido alguna vez okupa? Y no me refiero al último año en la Moncloa. ¿Considera que las okupaciones conflictivas suponen un grave problema para los vecinos y los ciudadanos?
En la segunda intervención cambió el tercio Egea y lo llevó hacia el lado de los problemas judiciales que acechan a Iglesias y su formación:
A usted no le preocupa la cola del paro, vive usted pendiente del banquillo de los acusados. Por eso usted y el señor Sánchez están intentando meter las manos en la Justicia. Viendo los escándalos que le cercan a usted y su Gobierno, Maxim Huerta no debe entender hoy nada en su casa.
Después le llegó el turno a la diputada de VOX, Macarena Olona, que utilizó su turno de pregunta a Iglesias con una intervención tremebunda:
Señor vicepresidente segundo, ¿va a dimitir a la vista de los escándalos judiciales que le afectan a usted y a su partido? Qué lejos queda aquel 2015 en el que su partido llenó este Hemiciclo de esperanzas… Qué fácil ha sido pasar de la lucha de las calles con el puño alzado a los posados en las revistas del corazón al más puro estilo de Isabel Preysler de Galapagar. Ustedes han vulgarizado la democracia.
Y usted no va a dimitir, porque fuera de su escaño no le queda nada. No tiene una patria a la que regresar, una bandera a la que abrazar ni un proyecto político donde refugiarse.
Ustedes prometieron limpiar la casta… ¿Qué pasa señor Iglesias? ¿Que la cal no es tan viva desde la Moncloa? Señor Iglesias dimita, porque dimitir no es un nombre ruso.
En su segunda intervención tras la réplica de Pablo Iglesias, Macarena Olona se bastó con unas pocas palabras para lanzar una advertencia al Vicepresidente de cara a la inminente moción de censura de VOX: «Nos veremos en la próxima sesión de investidura, señor Iglesias».