El locutor y director de EsRadio, Federico Jiménez Losantos, lanzaba una información este domingo 4 de octubre que servirá para poner en alerta a todo el PP, especialmente al madrileño, porque su aviso afecta nada más y nada menos que al ‘buque insignia’ de las instituciones en las que ahora (todavía) gobiernan los populares de Pablo Casado, la Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso.
Losantos ha criticado así a Ciudadanos en su habitual artículo dominical que escribe semanalmente en su diario digital. El afamado locutor, periodista y escritor, ya da por hecho la traición de Ignacio Aguado, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, a su presidenta Díaz Ayuso, y ha criticado no solo a la formación naraja sino también a lo que él considera “la cobardía” del centro-derecha español, críticas de las que ha excluido a VOX.
Jiménez Losantos ha criticado que «en pleno golpe de Estado institucional» le haya «dado la pájara a Pablo Casado«, pero también a gran parte de esos líderes enmarcados dentro del espectro político del centro-derecha: «Ciudadanos como partido parece al borde la fosa y de su reencarnación vampirizada en agrupación del PSC. Sólo VOX parece vivo en este triste cementerio de ilusiones y proyectos en que se ha convertido el centro-derecha español».
Sin duda lo más revelador de la información, son los datos que aporta de la operación contra la presidenta madrileña y en este sentido Federico Jiménez Losantos denuncia que “Ciudadanos está desde junio entregado a la causa de presentar una moción de censura para derribar su propio Gobierno de coalición”.
Y concluye dando pistas sobre el futuro acuero entre socialistas y naranjas: «El asalto a Madrid no tiene más función que desgastar a Ayuso y proporcionar una excusa para que tres o cuatro naranjitos se pasen al PSOE. Aguado ya lo ha hecho, quedan tres. Su amigo Reyero acaba de hacerlo [en relación a su dimisión como Consejero de Políticas Sociales], quedan dos. Abascal ya ha dicho que se debe ir a votar antes de que Aguado traicione a los madrileños. Pero eso ya lo ha hecho. Y su peón de brega, también. Sólo quedan dos naranjitos, y adiós, Madrid».
