CARADURAS SIN FRONTERAS

Los indecentes lujos de Pedro Sánchez y Begoña Gómez en Roma: Falcon, 10 coches y un Maserati

Los refinados gustos del 'matrimonio presidencial' español

Los indecentes lujos de Pedro Sánchez y Begoña Gómez en Roma: Falcon, 10 coches y un Maserati
Begoña Gómez y Pedro Sánchez bajan del lujoso Maserati.

Como les hemos contado en Periodista Digital, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunía este pasado sábado con el Papa Francisco en el Vaticano, una reunión que se extendió finalmente poco más de 30 minutos y que venía precedida de una carta en la que Sánchez se ‘disfrazaba’ de cristiano para ‘acomodarse’ la reunión con el Santo Padre.

Pedro Sánchez, que acudía acompañado de su esposa Begoña Gómez, llegaba al patio de San Dámaso con mucha puntualidad (a las 9.11 horas, cuando se le esperaba a y cuarto) para ser recibido por Leonardo Sapienza, quien les acompañaba al interior del palacio pontificio.

El presidente del Gobierno y su esposa vistieron de oscuro como manda el protocolo. Pero lo abordado (poco productivo al juzgar por la corta duración de la primera reunión entre Pedro Sánchez y el Papa Francisco) entre los dos mandatarios ha quedado en anécdota en comparación por lo mucho que estos días hablan las redes sociales de otro detalle más de poca humildad y arrogancia del presidente del Gobierno español.

El nada austero matrimonio –conocido por su excesivo gusto por los lujos a costa del contribuyente como desplazarse en yet privado o Falcón aun a actos y eventos pertenecientes a su vida privada- esta vez llegaba al Vaticano a bordo de un lujoso coche: Maserati Quattroporte, un vehículo que Italia utiliza como coche oficial para las visitas de Estado.

El lujoso y exclusivo coche del que bajaron el presidente y su esposa cuesta más de 130.000 euros. Este dispendio presidencial ya es motivo de críticas en las redes sociales, pese a que en esta ocasión parece no ser elección de Sánchez o Gómez ya que pertenece a la flota del Gobierno italiano. Pero no solo fue el Maserati, la delegación de Sánchez llevaba además 10 coches oficiales propios y, por supuesto, no viajó a Roma en vuelo regular, tiro de Falcon.

A pesar de ello, conocido por sus presuntuosos gustos, el presidente del Gobierno recibió multitud de críticas por «viajar en Maserati con el dinero de los demás». “Ha ido en Falcón y llegado en un Maserati, para hablar de los pobres. Ha ido tras perseguir a los cristianos y a la escuela concertada, para hablar de tolerancia. Ha ido cargado de odio, para hablar de paz. Ha ido un pro muerte, para hablar de vida”, decía una de las críticas.

Pero hay cientos de comentarios más. Desde el que enumera el despliegue de la delegación: “Diez coches oficiales, un maserati y en Falcon en la visita de Sánchez al Papa. La izquierda ecologista”, hasta quienes hacen alusión al poco ecologista gesto: “Tiene gracia que hablen del cambio climático mientras llega en un Maserati…”.

Como es lógico las redes arden y hay un acalorado debate entre quienes afean los lujosos gustos de Sánchez y entre quienes defienden que “es un coche puesto por el Gobierno italiano”.

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Autor

David Lozano

Voluntarioso contador de hechos. Frases verdaderas contadas con palabra.

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