La corte de 452 asesores ‘a dedo’ colocados por Pedro Sánchez y su socio Pablo Iglesias contemplados en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2021 es una fotografía social demoledora, que clarifica el absoluto desprecio de los socialistas por las arcas públicas.
El Gobierno de coalición cuenta con 100 asesores más que el anterior de Sánchez y 200 que Mariano Rajoy en la misma época.
En concreto, se trata de un aumento del 53,7% y supone un coste de 15,1 millones de euros, el chocolate del loro para una sociedad que suma miles de parados al día. Un séquito de asesores y altos cargos pagados por arruinados españoles.
Sánchez destina 16,4 millones de euros para pagar los sueldos de altos cargos y asesores de su departamento y que duplica los 7,8 millones que fueron presupuestados por el último Ejecutivo del PP.
Lo más surrealista es lo que cuenta Segundo Sanz en ‘Okdiario’: el 43% de los asistentes directos del jefe del Ejecutivo carece de formación universitaria.
De 195 puestos de personal eventual sin estudios universitarios, 59 son del subgrupo C1 y titulados de bachiller o similar; 72 del subgrupo C2 y graduado escolar o similar; y 76 proceden de la categoría «agrupaciones profesionales y certificado de escolaridad».
El Gobierno socialcomunista le cuesta cada mes a los españoles más de 7,5 millones de euros en sueldos políticos y sus correspondientes cotizaciones a la Seguridad Social. Más de 250.000 euros al día.
75 millones de euros a sueldos brutos, a lo que se añadirán más de 15 millones en cotizaciones a la Seguridad Social por todos esos salarios. Es un 30% más de lo que costaba el Ejecutivo del PP con Mariano Rajoy.
Normal si tenemos en cuenta un Consejo de Ministros de récord, con 23 miembros: el presidente, los titulares de las cuatro vicepresidencias y los de los 18 ministerios bananeros apiñados en la Moncloa. Desde 1982, ningún Ejecutivo había tenido más de 20 integrantes.
La mayoría de los ministerios tiene personal eventual que estuvieron en listas electorales de PSOE y Unidas Podemos. Cómo dice el eslogan del Gobierno, ellos no dejan a nadie atrás. Siempre que se trate de los suyos.