LA DISCUSIÓN ENTRE EL PODEMITA Y LA SOCIALISTA SE PRODUCÍA DURANTE EL DEBATE DEL PLENO

¡Cojan palomitas! Bronca entre Pablo Iglesias y Montero en el Congreso: «No seas cabezón»

Este encontronazo tiene lugar con un contexto de diferencias entre los dos socios del Gobierno en asuntos como la subida del Salario Mínimo Interprofesional o el decreto para prohibir cortes de suministro

¡Cojan palomitas! Bronca entre Pablo Iglesias y Montero en el Congreso: "No seas cabezón"
Pablo Iglesias y María Jesús Montero.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y la ministra de Hacienda, la socialista María Jesús Montero, han protagonizado este miércoles 16 de diciembre de 2020 una tensísima conversación en los pasillos del Congreso hasta el punto de que se ha oído a la portavoz del Ejecutivo pedir al podemita que no sea «cabezón».

Este encontronazo llega en el siguiente contexto: las diferencias entre los dos socios del Gobierno, con temas en el aire como la subida del Salario Mínimo Interprofesional o el decreto para prohibir cortes de suministro.

Según testigos presenciales -la mayoría de ellos informadores gráficos acreditados en el hemiciclo- , la bronca ha acaecido mientras transcurría el debate en el Pleno del Congreso sobre los últimos Consejos Europeos y la evolución de la pandemia del coronavirus.

En un momento determinado, Iglesias y Montero se han salido a uno de los salones próximos al hemiciclo para mantener una charla aparte.

Precisamente este martes 15 de diciembre de 2020 Unidas Podemos reprochó a la vicepresidenta Teresa Rivera su posición en el tema de los cortes de suministro, y la responsable de Transición Ecológica se ha mostrado este miércoles 16 de diciembre de 2020 «sorprendida» por esas críticas, que tacha de «extrañas».

Las discrepancias en el seno del Gobierno de coalición

Las relaciones entre el Partido Socialista con sus socios de Unidas Podemos son razonablemente cordiales, al menos en apariencia, según explican fuentes cercanas al Gobierno, pero reconocen que tampoco son para tirar cohetes.

Unidas Podemos tiene una cosa clara: las tensiones con el PSOE no desaparecerán. ¿Por qué? Porque ellos no están dispuestos a renunciar a sus medidas.

«No va a haber cambios, pero claro que va a haber discusión, porque así es la política y así son los gobiernos de coalición», aseguraba hace algunas semanas el propio Iglesias en una entrevista en Telecinco.

Recordemos que a los ‘morados’ no les ha importado situar incluso en el centro del debate cuestiones de Estado como el asunto de la Monarquía y su futuro. Las nuevas revelaciones sobre las cuentas del rey emérito le han dado a Unidas Podemos nueva munición para implantar su hoja de ruta sobre la cuestión republicana, algo que incomoda a varios ministros del PSOE.

Sánchez tiembla ante el elocuente hundimiento de Podemos en la última encuesta electoral

A Podemos puede interesarle tensar la cuerda ante las noticias de hundimiento electoral.

Y es que los de Pablo Iglesias tan solo cuentan con 35 diputados en la actualidad (frente a los 120 del PSOE) y su entrada en el Gobierno de coalición parece echar para atrás a sus votantes habituales.

Felipe González dejó en 1996, tras las elecciones generales del 3 de marzo de 1996, una reflexión para la posteridad.

Dijo el entonces derrotado candidato del PSOE a revalidar su permanencia en La Moncloa aquello de la «dulce derrota» para poner en contexto la «amarga victoria» que había supuesto para el PP de José María Aznar que, pese a todos los escándalos que acuciaban al partido del Gobierno, apenas había sacado 300.000 votos de diferencia y 15 exiguos escaños de distancia.

Pues tres cuartos de lo mismo se aplica ahora a la encuesta de GAD3, la empresa demoscópica de Narciso Michavila, que arroja un triunfo del PSOE, ligeramente superior al que tuvo en las elecciones del 10 de noviembre de 2019, pero con un matiz importante.

La hipotética victoria de Pedro Sánchez en una nueva cita electoral no iría acompañado por un ascenso igualmente del partido de Pablo Iglesias.

Es más, este pierde prácticamente el 50% de los escaños de la convocatoria de noviembre de 2019, pasando de 35 a 20 actas parlamentarias.

Asimismo, hay que tener en consideración que los resultados que arroja esta encuesta no terminan de ser un fiel reflejo de la situación actual, ya que suelen cerrarse con varios días de antelación y la situación en España con la crisis económica derivada de una pésima gestión sanitaria por parte del Ejecutivo sanchista sigue generando un descontento atroz entre la población.

Así las cosas, en números contantes y sonantes, mientras el PSOE pasaría de 120 escaños a 123, los de Unidas Podemos se pegan un talegazo considerable que, teniendo en cuenta que en 2016 llegaron a tener 71 parlamentarios, la proporción actual que arrojan los cálculos de Michavila supone que los morados se habrían dejado en estos cuatro años, nada más y nada menos, que dos de cada tres diputados.

El Partido Popular es la formación que más crece. De los 89 escaños obtenidos hace poco más de un año, el 10-N de 2019, ahora supera la barrera del centenar hasta alcanzar los 110 y ponerse solo a 13 de los socialistas.

El dato que lograría Pablo Casado deja ver que en poco más de año y medio la fuerza de Génova 13 ha conseguido limar una diferencia cercana a los 60 diputados.

El 28 de abril de 2019 el Partido Popular se quedaba con 66 actas por las 123 del PSOE. En la repetición electoral, en noviembre de ese mismo año, los conservadores subían 23 escaños, hasta los 89, y el partido de Sánchez perdía tres hasta bajar a los 120.

 

 

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