Francis Puig, hermano de Ximo Puig, y el empresario Juan Adell Bover constituyeron un cártel que se dedicaba a la captación de subvenciones y de contratos con administraciones públicas, que no se alcanzaban por la calidad de las ofertas, sino que dependían de que la izquierda siguiese gobernando.
Una conexión cuantificada en 1,2 millones de euros en subvenciones públicas concedidas fundamentalmente por el Gobierno valenciano y el catalán.
De hecho, al margen de la resolución de Competencia, el juzgado de instrucción número cuatro de Valencia investiga las ayudas percibidas por Francis Puig y los Adell Bover a través de su red de empresas. Mas Mut Produccions, Comunicacions dels Ports, Kriol Produccions, Canal Maestrat y Nova CB.
En conversación con ‘El Quilombo’ de Periodista Digital, José María Llanos, presidente y portavoz adjunto del Grupo Parlamentario VOX Comunidad Valenciana, relata como entre el PSOE y Compromís «se pasan la pelota en un juego de poder».
«El señor Ximo Puig dijo que este tema no le afectaba al presidente de la Generalitat valenciana. Resulta que las últimas ayudas que hemos conocido de las que se benefició su hermano Francis Puig salieron de la misma presidencia de la Generalitat. ¡Y el presidente dice que este tema no tiene nada que ver!»
«Esta gente cree que el dinero público no es de nadie. Por un lado quieren imponernos el catalán y por otro se forran con el fomento del valenciano»
«La izquierda comunista quiere cargarse a la clase trabajadora. El autónomo no les conviene, ellos quieren una economía apesebrada y con cartilla de racionamiento»
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