Mucho activista, algún que otro licenciado y sobre todo, poca experiencia en el ámbito laboral y el sector privado. Este es el perfil en líneas generales de los dirigentes de Unidas Podemos, una formación que aglutinó el descontento mayoritario en la sociedad española del 15-M pero que, años después, se ha convertido en una agencia de colocación de personas que, como se dice vulgarmente, no han dado un palo al agua en su vida.
Salvo Yolanda Díaz, actual ministra de Trabajo y Economía Social y abogada, profesión que ha ejercido con despacho propio durante 14 años, el resto de los primeros espadas de la formación morada no son precisamente un ejemplo de abnegados trabajadores.
La palma se la llevan aquellos que ni siquiera pueden adornar su currículum con la orla de una carrera, puesto que jamás la terminaron, como Juan Antonio López Uralde, que no finalizó sus estudios de Ingeniero Agrónomo.
Tal y como recoge El Economista, visitar el Portal de Transparencia es llevarse las manos a la cabeza con esta gente. Hay casos como el de Rafa Mayoral, que aparece como formación de abogado, y dicho portal resuelve que su «experiencia en el ámbito privado es la de trabajador de Podemos». De traca.
Montero, Garzón e Iglesias
Irene Montero no está mucho mejor. Licenciada en Psicología por la UAM, ‘cotizó’ medio año trabajando como cajera en una empresa de electrodomésticos antes de llegar a la política, desbancar a Tania Sánchez como la ‘preferida’ del jefe y acabar siendo su pareja, madre de sus tres hijas y ministra de Igualdad.
El ahora vicepresidente no está mucho mejor. Pablo Iglesias pasó entre 2004 y 2013 como profesor interino de Ciencia Política, hasta que se presenta como número 1 de Podemos a las elecciones del Parlamento Europeo y pilla cargo de eurodiputado, que no tardará en abandonar para trincar primero escaño a nivel nacional para acabar siendo el vicepresidente de este Gobierno social-comunista.
Alberto Garzón, líder de IU, es otro ‘currela’ (es un decir). Antes de dar el salto a la política, su peripecia laboral se circunscribe a haber sido becario-colaborador e investigador en la Universidad de Sevilla Pablo Olavide.
Repetimos que la única dirigente de UP con experiencia en el sector privado es Díaz, que mantuvo un despacho de abogados expertos en Derecho Laboral durante 14 años.
