Aunque oficialmente no ha arrancado la campaña electoral en Madrid, lo cierto es que desde que se confirmaran las elecciones para este próximo 4 de mayo, las elecciones para la Comunidad han pasado a primera plana nacional.
Principal responsable de ello es el cartel de Podemos, Pablo Iglesias, que tendrá que dejar en los próximos días la vicepresidencia del Gobierno para aspirar a la presidencia regional de la joya de la Corona.
El todavía vicepresidente segundo del Ejecutivo de Pedro Sánchez ha violentado la precampaña con gravísimas acusaciones a Isabel Díaz Ayuso, presidenta a la que ha pronosticado nada más y nada menos que la cárcel, basándose en el pasado del PP madrileño.
Y si a alguien castiga el pasado es precisamente a él, a Iglesias, que es prisionero de las palabras que ha ido desgranando a lo largo de los años ,cuando todavía Podemos era extraparlamentario.
Y las redes se han puesto manos a la obra para destapar al verdadero Iglesias, que aspira a presidir la Comunidad más próspera de España y que, como ahora se recuerda en un vídeo que se está haciendo viral como ha podido comprobar Periodista Digital, tiene como modelo político el ruinoso y dictatorial régimen chavista bolivariano.
Así, estos días triunfa en las redes sociales un vídeo en el que se recogen animados testimonios de respaldo al régimen chavista, tras la muerte de Hugo Chávez, y los deseos del candidato de Podemos de que Nicolás Maduro siga con el régimen.
Iglesias, con tono y gesto alterado, dice literalmente: “son tiempos en los que para ser demócrata hay que tener agallas y Hugo Chávez tenía agallas. ¡Vaya si las tenía! Hugo Chávez era la democracia de las mayorías sociales. Hugo Chávez era, era la democracia”.
Pero en el vergonzoso vídeo al tirano no solo aparece Iglesias. El ahora rival de Más Madrid, Íñigo Errejón (que algunos medios ‘venden’ como moderado) también se deshace en elogios al dictador muerto:
“Si alguien quiere saber quién era Chávez, quizás le baste con ver quiénes eran los canallas que se festejaron su muerte y quiénes eran las gentes humildes que le lloraron […] Porque Venezuela no está sola. En el sur de Europa necesitamos mucho de ese cálido viento latinoamericano que borre a tanto canalla. ¡Les queremos, Chávez vive la lucha sigue!”.
El cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero también aparece en este revelador vídeo:
“Gracias por permitirme a mí, un infiltrado, estar aquí. El presidente Chavez me decía cuando estaba trabajando en Palacio: ¡Monedero infiltrado! Toda esta semana llorando con ustedes y juntando las lágrimas del pueblo de España con las lágrimas del pueblo de Venezuela. Y ahora colaborando a la principal tarea que tenemos por delante y es que Nicolás Maduro salte el muro más alto que ha tenido este proceso…”, dice Monedero.
Las redes comparten indignadas estas palabras con gruesos descalificativos hacia los protagonistas, especialmente a Pablo Iglesias.
UNA SOMBRA SINIESTRA Y ALARGADA
La sombra del régimen chavista persigue a Pablo Iglesias desde sus primeros pinitos en la política.
El líder de Podemos y todavía vicepresidente segundo de España, no ha escondido nunca su admiración por los regímenes comunistas y, en más de una ocasión, ha blandido el artículo 128 de la Constitución como la herramienta disponible para nacionalizar la banca y algunos sectores productivos.
Empezó en el programa La Tuerka, que arrancó en 2010, y ahora, con moño en lugar de coleta, repite el mensaje desde La Moncloa y los platós de LaSexta, RTVE, Antena 3 y Telecinco.
Tanto el programa de televisión La Tuerka como su partido político tienen la sombra del dinero del régimen venezolano en sus orígenes.
El del moño no puede esconder es su estrecha vinculación con el movimiento del ya fallecido Hugo Chávez, puesto que el mismo ha reconocido haber trabajado durante años como asesor del mismo.
Y es que, el macho alfa de Podemos formaba parte de la fundación CEPS (Centro de Estudios Políticos y Sociales), que ha recibido fondos tanto del régimen chavista. En total, 7,1 millones de euros entre 2002 y 2012.
Los pagos a la fundación, de los que fueron beneficiarios directos Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero y Jorge Verstrynge se desglosan en uno de 1,6 millones de euros en 2008 y varios de 2,8 millones de euros más en el período 2009-2012. Estas cantidades se sumarían así a los 3,7 millones de euros recibidos anteriormente por CEPS por otros trabajos de asesoramiento al gobierno bolivariano.
La prensa española publicó en 2016 unos documentos recopilados por la Udef y autentificados en su día por el exministro de Finanzas de Hugo Chávez, Rafael Isea, cuya firma también consta, en los que se recogen esos pagos a CEPS y se especifica que están destinados a «estrechar lazos y compromisos con reconocidos representantes de las escuelas de pensamiento de izquierdas, fundamentalmente anticapitalista, que en España pueden crear consensos de fuerzas políticas y movimientos sociales, propiciando en ese país cambios políticos aún más afines al gobierno bolivariano».
De todas formas, no está bajo cuestión es que Iglesias, Iñigo Errejón y Vestrynge han trabajadores como asesores del régimen chavistas. En este sentido, el lider de Podemos trabajó en 2006 y 2007 para la fundación desde Venezuela y desde figuraba como miembro de su dirección. Es más, en su currículum, Iglesias se autodefinía como «responsable de análisis estratégico de la presidencia de Venezuela con la fundación CEPS». Errejón, que fue jefe de campaña de Podemos en sus inicios y luego fue defenestrado, ha sido directivo de CEPS y durante años firmó sus cuentas.
En este punto, en diciembre de 2013 Errejón firmó el Plan de Actuación de esta fundación en el que se recogen los convenios, que estaban financiados prácticamente en su totalidad por Venezuela y Ecuador, al margen de una pequeña parte en España. Fue justo un mes antes de la fundación de Podemos el 17 de enero de 2014. El político firmó este plan en calidad de secretario de CEPS, pero jugaba además un papel destacado en el caso venezolano ya que actuaba como una especie de enlace con la fundación GIS XXI, dedicada al estudio y promoción del chavismo, y con la que se firmaron convenios por 105.800 euros.
En cuanto a los orígenes de La Tuerka, el propio Juan Carlos Monedero aseguró que los 295.050 euros que había ganado trabajando para Venezuela, Bolivia y Ecuador, los había destinado a la puesta en marcha del programa. El ex miembro de Podemos reconoció así que había cobrado 425.000 por formar parte de un equipo de trabajo para analizar la instauración de una moneda común en Latinoamérica. Nunca se ha visto ese estudio ni las conclusiones del mismo.
Desde este programa, que se emitió durante muchos años en el Canal 33 (en 2014 pasó a Público) y que, según el empresario Enrique Riobóo ha sido cofinanciado por Irán, Iglesias defendía la nacionalización de los sectores productivos, la salida de España de la UE, la devaluación de la moneda y la creación de los unos estados europeos del sur para llevar los planes a cabo.
Hugo Chávez y, luego, Nicolás Maduro, han defendido a ultranza la vía de las expropiaciones para «convertir el capitalismo en socialismo» y asegurar «precios solidarios»a la población. Esta idea llevó al régimen chavista a nacionalizar gran parte de las cadenas de supermercados privadas para integrarlas en Comerso y que fuera abastecidas y administradas por Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval) y Pdvsa agrícola. La idea de asegurar el acceso de toda la población a alimentos, electrodomésticos y vienes de higiene terminó convirtiendo al papel higiénico en un bien de lujo y condenando al hambre y al éxodo a buena parte de la población.
Según la patronal Fedecámaras, la economía venezolana ha experimentado el cierre de 370.000 empresas privadas en los últimos 20 años, el 60% de las que existían en 1998 antes de la llegada del chavismo al poder.