Una de las pocas opciones que la quedan a Susana Díaz, es que el Gobierno de Juanma Moreno opte por un adelanto electoral, que pillaría con el pie cambiado a Moncloa y sin posibilidad de cambiar de candidata en ese espacio temporal, cosa que el PP y Cs, estos últimos no creo que tengan muchas ganas de esta opción, debería plantearse de forma inmediata.
El cese fulminante de la Delegada del Gobierno, Sandra García, incondicional de Díaz, ha hecho saltar por los aires al PSOE andaluz e iremos viendo los acontecimientos, puesto que esto, salvo retirada dorada a un puestazo en el Gobierno social-comunista de Díaz, no será tan fácil para Pedro Sánchez, que desde hace años, pese a que fue Díaz la que le aupó a la Secretaría General del PSOE cuando era un «mindundi» (es de bien nacido el ser agradecido…), se la tiene jurada y se la llevará por delante en el momento que pueda, y ese momento cada vez queda más cerca.
Habrá que esperar acontecimientos, puesto que esta partida acaba de comenzar, pero de todo esto, lo que asusta al miedo, es que el presidente del Gobierno social-comunista, que tiene en sus manos la gestión de la pandemia en España, que ha llevado a cabo la peor de las gestiones tanto sanitaria como económica, que está llevando a la ruina de forma estrepitosa a los españoles, que ha conseguido que España sea el país que peores datos ha ofrecido el último año, se dedique a esta especie de «juego de tronos», que realmente es para lo único que está preparado y para lo que utiliza a su ejército de 748 asesores, como ha demostrado con las mociones de censura frustradas de Murcia y Castilla y León y lo seguirá demostrando en próximas fechas, que veremos como se recrudece la batalla por el PSOE andaluz… Y solo puede quedar uno.
