El pasado sábado, Conrado Íscar se convirtió en el nuevo presidente del PP en Valladolid y ha tenido la brillantez de nombrar como mano derecha a Mercedes Cantalapiedra, teniente de alcalde en la corporación presidida por Javier León de la Riva, artífice del fabuloso cambio que se llevó a cabo en Valladolid desde que consiguió el bastón de mando de la ciudad.
A lo largo de los cuatro primeros años en los que Puente fue alcalde, disfrutó al 100% de la gestión popular en el Ayuntamiento, inaugurando y gestionando los proyectos iniciados por Javier León de la Riva y su equipo, a partir de ahí, esta legislatura, amén de un proyecto rebotado de Amazon, que llegó a la capital porque no había terreno en otra localidad donde se iba a asentar, todo ha quedado reducido a la nada, a destruir el tráfico en la capital y a pintar las calzadas para quedar como un «hospital robao» a los 17 minutos de rodaje de vehículos.
La gestión de Puente se abraza a la llegada de los fondos next generation europeos y poder iniciar el proyecto del parque agroalimentario, que por suerte saldrá adelante por los contactos con las altas esferas socialistas y ya sabemos como se las gastan, pero que verá como otra persona inaugurará en lugar de él, porque va a ir de cabeza a la oposición.
En una entrevista otorgada a El Mundo Diario de Valladolid, Cantalapiedra ha recalcado que «Puente vive de la herencia del PP de Javier León y todo lo que toca, lo destroza» y que va a hacer lo posible para ayudar al PP a desbancar al alcalde socialista, sin ser la candidata, y sobre todo para colaborar a que Casado llegue a la Moncloa. «Puente y Sánchez son lo peor, en el momento más precario», sostiene en la entrevista.
La unidad en el PP vallisoletano ya no es una utopía y las dos «almas» populares han conseguido unirse y para desgracia del PSOE en Valladolid, con un PP unido, con Cs caído en desgracia y con VOX para arriba como un cohete, la suerte está echada, quedan dos años de «puentismo» en Valladolid para que siga destrozando el tráfico y pintando calzadas y después, se le llevará la corriente.