El sueño democrático de la Santa Junta de Ávila Comunera

La constitución de la Santa Junta de Ávila supuso uno de los primeros hitos democráticos en la historia de España. La Santa Junta nació como herramienta para establecer la unidad de acción y coordinación del movimiento comunero.

El sueño democrático de la Santa Junta de Ávila Comunera
Catedral de Ávila, escenario de la creación de la Santa Junta.

Hoy nos disponemos a abordar otro de los episodios principales de la Guerra de las Comunidades o de los comuneros de Castilla, la Guerra que enfrentó a las dos maneras de entender la España del siglo XVI, una España primera potencia mundial, cuyas posesiones abarcaban medio mundo y que se disponía a ser gobernada por Carlos I, un rey criado en Europa, inexperto, que no conocía en esos momentos ni siquiera el idioma español, que copó la Corte española y sus puestos claves de borgoñeses que desconocían todo de España y cuyas costumbres poco o nada tenían que ver con la nobleza, el clero y el pueblo castellano.

El movimiento comunero prendió en prácticamente todas las ciudades castellanas, pero necesitaban coordinarse de forma inmediata y evidente, por lo que se reunieron en la ciudad amurallada para constituir la Santa Junta de Ávila.

La Santa Junta fue un organismo creado por las ciudades comuneras, aproximadamente 20 del reino castellano, en Ávila (1520), por iniciativa de los comuneros de Toledo, que nació como herramienta para establecer la unidad de acción del movimiento, coordinarse y apoyarse en la reina Juana como heredera al trono de Castilla y madre del monarca recién venido de Europa.

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Miembros de la Santa Junta visitando a la Reina Juana en Tordesillas

Igualmente, se buscaba el cumplimiento de una serie de objetivos, anular el servicio votado en La Coruña, volver al sistema de encabezamientos de las alcabalas, reservar los cargos públicos y eclesiásticos a los castellanos, prohibir la salida de moneda y las piedras preciosas fuera del reino y designar a un castellano para que dirigiese el reino en ausencia del rey.

Estaba formada por personas de todas las clases sociales, encabezados por los nobles y en la que había clérigos, plebeyos, eclesiásticos, artesanos… todos los estratos sociales estaban representados en la Santa Junta de Ávila, siendo dicha Junta uno de los primeros sueños plenamente democráticos en la historia.

Igualmente, elaboraron “los capítulos de Ávila”, redactados de forma definitiva al trasladarse la Junta a la villa de Tordesillas. Estos “capítulos” eran el  “sueño democrático comunero”, una propuesta revolucionaria en la organización del reino y el proyecto de un nuevo sistema político para su gobernación, incluso llegaron a planificar y aprobar un manifiesto en el que se declaraban competentes para asumir la responsabilidad de la gobernación del reino, hecho fundamental en la revuelta, que constituyó un hito, puesto que era la primera vez que se planteaba la voluntad popular por encima de la voluntad del monarca.

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Catedral de Ávila, escenario de la creación de la Santa Junta.

La creación de la Santa Junta instauró una forma diferente de gestionar, donde los diferentes barrios llevaban a cabo sus asambleas y trasladaban sus quejas y aportaciones a los regidores municipales, que a su vez trasladaban a la Santa Junta, siendo esta la primera vez que los ciudadanos se sentían partícipes en el gobernanza, siendo esta fórmula, en pleno siglo XVI la fórmula primitiva de la monarquía parlamentaria, que tan buenos frutos nos ha dado en España con la Constitución de 1978.

Con la creación de la Santa Junta, por primera vez se puso al pueblo por delante del rey, el bien de la generalidad del país estaba por encima de los caprichos del monarca, razón fundamental del porqué el movimiento comunero fue aplastado sin miramientos por el rey Carlos I, aunque el lamentable episodio de la Guerra de las Comunidades, supuso algo positivo a medio y largo plazo, que el rey se tuviera que adaptar a la forma de entender las cosas de los castellanos y consiguió que finalmente, Carlos I se convirtiera en un gran rey de España, ya que lo que aprendió de la revuelta comunera, es que si quería gobernar bien y ser respetado por su pueblo, debería de contar con la nobleza, el clero y el pueblo castellano, cosa que hizo, puesto que  creó Consejos y Cortes y abdicó de la forma absolutista de gobierno que formuló en su primera etapa como Rey y que llevó a España a la Guerra de las Comunidades de Castilla, convirtiéndose en esta segunda etapa, en el prototipo de monarca renacentista, sobrio en aficiones y siempre temeroso de Dios, consolidándose como uno de los grandes monarcas de la historia de la nación.

Biografia de Carlos I de España

El rey Carlos I de España.

 

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Autor

Ramsés Laguna

Ramsés Laguna, un enamorado de Castilla y León, empeñado en escribir.

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