Decía Cicerón que la verdad se corrompe no sólo por la mentira sino por el silencio
No hace muchos días el ministro Marlaska, cumplió su palabra, no es una cosa habitual en nuestros políticos, pero en este caso podemos decir que hizo honor a su compromiso dado en el consejo de la Guardia Civil.
El ministro con este paso se aproximó a la justicia, y dio un paso, pero debe dar los que el estado de derecho y constitucional obliga y obliga a todos y mucho más a los que consagraron su vida a la sagrada labor de impartirla profesionalmente, en especial por lo tanto a los jueces, y el ministro además de político es juez.
Cuando hablamos de impartir justicia, nos referimos a que el principio de legalidad y de seguridad jurídica se materialice, que las sentencias del Tribunal Constitucional se lleven a cabo, que las resoluciones parlamentarias se ejecuten y sobre todo las resoluciones de los tribunales Europeos como es o son las del TEDH sean impuestas de manera inmediata como ha sucedido con la doctrina Parot que dejó libres y en menos de veinticuatro horas a asesinos de ETA y a delincuentes comunes. Un poco de historia en Video TV
Todos saben y sabemos que los Guardias Civiles Democráticos no vulneraron derechos constitucionales muy al contrario ejercieron sin armas, de forma pacífica y cumpliendo la ley vigente sus derechos de expresión y de solicitar por los cauces legales la legalización de una asociación, –UDGC– la cual fue declarada legal por el alto tribunal constitucional –TCE–, resolución que después de muchos años –dictada en el año 1993 caso Cabo Rosa—todavía sigue sin ejecutarse.
Muchos pensarán que contamos una película con nodo incluido, nada más alejado de un sueño, sentencias sin cumplirse, y sobre todo una vez ejecutadas y ganadas sirvieron de base para la expulsión de los promotores, algo inconcebible en cualquier ordenamiento jurídico. El Tribunal Constitucional declaró como derecho el ejercicio del derecho de asociación y la Guardia Civil, procedió a expulsar a los UMD-VERDES acusándolos de pertenencia a una organización legal como consta en los expedientes, por promover y utilizar un derecho fundamental acreditado en nuestra legislación y rematado en la sentencia del alto tribunal de España. Sentencias firmes del TC y del TEDH sin ejecutar
No entraremos en las resoluciones parlamentarias, ni en las sentencias europeas especialmente del TEDH, contundentes y que deberían de llevar aparejadas responsabilidades penales y disciplinarias, la sentencia del TEDH 69966-01 es contundente y vergonzante para la Institución y para nuestra clase política.
Entendemos pero no comprendemos lo que han hecho, su objetivo claro y contundente con el paso de los años ha quedado en evidencia, nuestra clase política temía a los Guardias Civiles Democráticos porque se posicionaron y se posicionan de manera nítida y clara a favor de la transparencia y de perseguir a los corruptos y la corrupción.
Todo lo indicado les llevó a organizar una serie o conjunto de actos de tal calibre que anularon de hecho el estado social, constitucional y de derecho, organizando una terrible operación columna propia de estados totalitarios tanto de derecha como de izquierda, montando todo tipo de actos ilegales que arrojan luz sobre la pandilla de dirigentes que nos han gobernado y tratado España como su cortijo particular.
La «operación columna» no debe pasar como si fuera algo sin importancia, debe abrirse una comisión de investigación, deben depurarse responsabilidades penales y debe trasladarse la verdad de los graves hechos a la población para que nunca más pueda en democracia repetirse y que Institución alguna esté fuera del control del estado de derecho. Páginas Operación Columna, pruebas irrefutables
Para terminar, los Guardias Civiles Democráticos –UMD-VERDES—deben ser reintegrados en sus puestos, y deben serlo ya, con todos sus derechos y el ministro Marlaska que cumplió con su palabra tiene el deber y la oportunidad de hacer justicia y sobre todo de abrir una investigación clara y contundente sobre la «Operación delictual Columna» llevada a cabo de forma ilegal, con medios públicos, contra todos los ciudadanos, contra la democracia y contra el estado de derecho. En esto va la verdadera integridad que nos deben nuestros bien pagados políticos. La verdad aunque el cielo se venga abajo.
