Daniel Armando Vieites Fermini – Secretario de Comunicación de la Sociedad Iberista
Desde la creación de la Sociedad Iberista, se ha asistido a avances mínimos en materias de cooperación, conocimiento y cultura peninsulares.
TRUJILLO 28 de octubre | La ciudad extremeña acoge hoy una nueva edición de las Cumbres ibéricas que tienen lugar entre Portugal y España desde que en 1983 se realizase la primera edición en la localidad portuguesa de Sintra.
Fue en 2018 cuando el actual Primer Ministro António Costa escuchó en Valladolid que se terminaría la autovía A-4 que conectaría la ciudad de Bragança con Zamora. Prácticamente entrado el 2022, todavía no hemos visto una excavadora trazar la autovía en el lado español.
En la Sociedad Iberista hemos visto cómo tampoco se han dado pasos para abrir la autovía que une Villar Formoso y Fuentes de Oñoro, y aunque es inminente su apertura, la Sociedad Iberista entiende que algo NO FUNCIONA cuando se tarda más de un año en abrir una infraestructura pública.
El esnobismo que solemos tener en la Península Ibérica hacía nuestros vecinos del norte, nos permite poder analizar el trabajo realizado por países como Alemania y Francia y el reciente tratado de Aquisgrán que suscribieron en enero de 2019.
Y lamentablemente, somos escépticos a la hora de creer que la “reedición” del Tratado de Amistad y Cooperación de 1977 que pondrán sobre la mesa en la Cumbre Ibérica de Trujillo será decepcionante por insuficiente.
Desde la Sociedad Iberista consideramos que se puede hacer muchísimo más, como empezar a plantear la posibilidad de crear estructuras comunes que faciliten la gestión de aguas o parques naturales transfronterizos.
También debemos democratizar las estructuras transfronterizas, como son las eurociudades. Se necesitan portales de transparencia que nos ayuden a saber la trazabilidad de cada céntimo de euro que la Unión Europea destina a estos proyectos.
Pero no sólo eso, desde la Sociedad Iberista animamos a los gobiernos de España y Portugal a que renueven, sin parches, el Tratado de Amistad y Cooperación entre ambas naciones. Que elijan una ciudad tan representativa como puede ser Tordesillas y acuerden términos como los expresados anteriormente o emulen a franceses y alemanes en su Tratado de Aquisgrán, con la creación de una oficina ibérica de la juventud (Art.9), o promoción del aprendizaje mutuo de la lengua de la otra parte (Art.10), o creen un fondo ciudadano común destinado a fomentar y apoyar iniciativas ciudadanas y hermanamientos entre ciudades (Art.12) o se dispongan a crear un comité de cooperación transfronteriza (Art.14), donde entidades públicas o privadas como la Sociedad Iberista puedan ser escuchadas.
Finalmente la Sociedad Iberista hace un llamamiento para que los gobiernos de España y Portugal, impulsen la alternancia de miembros del gobierno entre países, con la presencia de un consejo de ministros del otro Estado de forma periódica.
