Llegaba a la Generalitat valenciana con la promesa de “rescatar personas” y con un aire de superioridad moral envuelto en un manto apodado como “la nueva política”. Mónica Oltra, líder de Compromís, ya lleva más de seis años en la vicepresidencia de la Generalitat y en este tiempo las sombras se han impuesto sobre las luces en su gestión, nefasta cuando no es inexistente. Eso sí, tiene todo el tiempo del mundo para ir los platós de televisión para vender humo…
Pero los ciudadanos de la Comunidad Valenciana están ya hartos de las sectarias políticas de Oltra y esa doble vara de medir. Con su partido, Compromís, salpicado de imputados la vicepresidenta del Consell no exige las dimisiones que pedía a los dirigentes del PP cuando gobernaban, en tiempos de Francisco Camps o Alberto Fabra.
Ese hartazgo viene provocado por los escándalos de la Conselleria que ella comanda (con agresiones sexuales a menores por parte del exmarido de Oltra y que –según la Fiscalía- trató de ocultar la propia Administración), la imposición del valenciano, los continuos flirteos de la vicepresidenta con el independentismo catalán o con la extrema izquierda de Podemos…
Y el declive político de Mónica Oltra se ha plasmado El grupo parlamentario autonómico de Ciudadanos acudía a la sesión de control de este pasado jueves 25 de noviembre con camisetas en las que piden la dimisión de la vicepresidenta de la Generalitat: «Oltra vete ya«. Los 13 parlamentarios de la formación naranja han acudido a Les Corts con las camisetas y la portavoz, Ruth Merino, le ha espetado a Oltra: «Su tiempo ya pasó hace mucho, háganos un favor y váyase ya».
Así, ha criticado su gestión al frente de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas y la ha acusado de olvidarse de la protección de las menores tuteladas: «Hermana, yo sí te creo», ha ironizado. Durante las preguntas de los diputados, María Quiles ha aseverado que «la camiseta que todas las mujeres deberían llevar en la manifestación de este 25 de noviembre» es la de ‘Oltra vete ya’.
Le ha respondido el conseller de Educación, Vicent Marzà, que ha acusado a Ciudadanos de «querer destruir humanamente a una persona porque les molestan sus políticas» y ha defendido la labor de su jefa al frente de Igualdad. «No solo no se tiene que ir, sino que tiene que estar muchos más años, gracias Mónica por tu trabajo», ha concluido entre el aplauso de toda la bancada de la izquierda.
Cuando formaba parte de la oposición, la ahora vicepresidenta ganó visibilidad en Les Corts utilizando camisetas para criticar al Gobierno del Partido Popular, singularmente lucía esa onfensiva prenda contra el entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps, al que llegó a plasmar con un cartel de “se busca”, al más puro estilo del oeste norteamericano.