El día de las elecciones autonómicas en Castilla y Léon será domingo, hará frio y probablemente lloverá, son unas elecciones que no están acompañadas por las municipales, que arrastran mucho más votante a los centros electorales… Y ninguna de esas excusas servirá para los votantes de izquierda en Castilla y León, porque van a ir a votar en bloque.
En cambio, el bloque de centro-derecha está muy desmovilizado, a excepción de los votantes de VOX. La desmovilización deriva de muchas razones diferentes, unos, por la guerra fratricida y «gilipollesca» que lanzó Génova contra Ayuso, otros por «el dedo lelo» de Casero, el fenómeno que salvó a Sánchez con la reforma laboral, unos por dejadez, otros, porque las encuestas dan ganador a PP y podra pactar con VOX, otros porque se van a pasar el fin de semana de farra y otros porque la abuela fuma, y unos por otros, la casa sin barrer y nos podemos encontrar con un Gobierno compuesto por PSOE, Podemos y tropecientos partidos localistas.
Estas elecciones se deben votar en clave regional, valorando los programas y las promesas electorales, conociendo a los candidatos y sus propuestas, pero también hay que tener en cuenta, muy en cuenta, la situación nacional. Estas elecciones deben considerarse también como una evaluación al Sanchismo, de poner nota a las subidas de los precios indignantes, al gasoil por las nubes, a la subida de la luz, a los pactos con los etarras y sediciosos, a las cacicadas tipo «Plus Ultra» y los cientos de desastres que llevan a cabo desde el Gobierno día tras día.
El presidente de GAD3 afirma que si la participación baja de 33% a las 14 horas, la izquierda podría llegar a formar Gobierno en la Junta de Castilla y León, no ganando, pero si pudiendo formar Gobierno.
«Quedan muy pocos indecisos y se va a jugar todo a la participación», señaló Michavila. Igualmente señaló que «el electorado de izquierdas está muy movilizado, no así el votante del centro derecha».