No sé hasta que punto Pablo Casado se ha parado a pensar sobre lo sucedido estos días en el seno del PP. Son miles los «agradaores» que le habrán envidado mensajes, whatsapp y todo tipo de llamadas insuflándole energía y dándole la enhorabuena por como ha gestionado la crisis, pero la triste, patética y lamentable realidad, es que se ha suicidado políticamente y no tiene ni la más mínima posibilidad de mantenerse al frente del PP y de convertirse en el presidente de Gobierno, que tanta falta hace cambiar.
El trayecto de Pablo, a no ser que recapacite, se dé cuenta de la realidad, y dimita de forma inmediata, se vaya hoy mismo a su casa y se lleve con él a toda la ristra de pencos que tiene a su alrededor, será igual de penoso que el traslado del féretro de Felipe el hermoso, que falleció de forma inesperada por un supuesto corte de digestión, y que resultó un peregrinaje penoso de varios meses con un cuerpo en descomposición, que lo único que produjo, fue dejar muy tocada a la que debería de haber sido reina de Castilla, Juana I de Castilla.
El cuerpo en descomposición es el PP, se lo han cargado de un supuesto corte de digestión. Ha muerto de forma precipitada y por una estupidez supina. Ha muerto solo unos días después de ver como el PP había ganado unas elecciones en Castilla y León con una clave nacional, la gente había decidido sacudir una patada en el culo a Sánchez, vía Tudanca y sus absurdeces, sus complejos o sabe que cosas que le tengan agarrado por los mismísimos, han conseguido finiquitar al PP.
Ahora solo quedan dos opciones. Una, enterrar al fallecido lo antes posible y que Feijóo se haga con los mandos de forma inmediata para poner orden en el gallinero, solucionar todas las tensiones internas y poner un candidato o candidata con solvencia en el corto plazo que pueda hacer frente a la situación. La otra, es pasear durante meses el cuerpo en descomposición del fallecido, sin la más mínima posiblidad de que reviva, hasta que Sánchez adelante las elecciones y el PP termine por desaparecer de forma definitiva.