El adagio es vetusto, pero real como la vida misma.
Con Pedro Sánchez se cumple esa máxima de que antes se coge a un mentiroso que a un cojo.
El dirigente español, ejerciendo de alumno aventajado de Pinocho, se tiró el pegote y, tal y como cuenta Carlos Cuesta en Okdiario, exhibió como un logro personal que ‘sí’ de Bruselas a estudiar medidas de carácter nacional para topar el precio de la luz y del gas.
Sin embargo, el exitoso relato vendido por el inquilino del Palacio de La Moncloa sufrió un repentino fundido de plomos.
Y es que, tal y como está reflejado por escrito, Bruselas ofreció el 8 de marzo de 2022 esa misma posibilidad a todos los estados miembros de la Unión Europea.
Además sin tener que afrontar arduas negociaciones.
Es decir, que Sánchez ocultó durante 17 días una información que ahora trata de apuntarse en su marcador asegurando que todo fue fruto de unas duras reuniones durante la celebración del Consejo Europeo.
Pero nada más lejos de la realidad. La Comisión Europea ya había dado su visto bueno a esas medidas de control para que el precio de la energía no solo no se disparase más, sino también que el mismo pudiese ir experimentando rebajas.
Ayudaremos a ciudadanos y empresas a afrontar el impacto de los altos precios de la energía.
Los países de la UE podrán regular los precios y redistribuir los ingresos de procedentes del sector energético y del comercio de derechos de emisión a los consumidores.#EUGreenDeal pic.twitter.com/AuruJbJrzF
— Comisión Europea (@ComisionEuropea) March 8, 2022
El plan de la Comisión Europea propone medidas de este calado:
- Ayudaremos a ciudadanos y empresas a afrontar el impacto de los altos precios de la energía. Los países de la UE podrán regular los precios y redistribuir los ingresos de procedentes del sector energético y del comercio de derechos de emisión a los consumidores.
- Se incluyen medidas urgentes como mantener los precios minoristas de la energía bajo control, confirmado la posibilidad de regulación de precios para ayudar a proteger a los consumidores y a nuestra economía.
- Se harán orientaciones sobre medidas fiscales temporales sobre los beneficios inesperados y uso de los ingresos de derechos de emisión para que los Gobiernos puedan aliviar la presión sobre los consumidores.
- Se apostará por medidas de ayudas estatales: consulta con los Estados miembros sobre un posible marco temporal para conceder ayudas a las empresas que se enfrentan a costes energéticos elevados.
- Se proponen acciones de mercado que evalúen las opciones para mejorar la configuración del mercado de electricidad.