Decía aquel famoso mayordomo de la publicidad que el algodón no engaña.
Y lo cierto es que, desde que Alberto Núñez Feijóo se postuló como candidato a presidir el Partido Popular a nivel nacional, mejor no le han podido ir las cosas a la formación de Génova 13.
Las últimas semanas de Pablo Casado al frente del PP fueron la crónica de una muerte política anunciada.
Las siglas de la gaviota se despeñaban por el barranco demoscópico y reventaron en mil pedazos cuando después de los comicios en Castilla y León saltó a la palestra el caso del espionaje al entorno de Isabel Díaz Ayuso por parte de la dirección nacional del PP.
Las manifestaciones en contra de Casado y su lugarteniente, Teodoro García Egea, en las calles aledañas a la sede popular, aderezadas con unas pésimas proyecciones en las encuestas hicieron que el entonces presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, tomara la decisión de ponerse al frente de la nave popular.
Las consecuencias desde entonces no han podido ser más favorables para el PP.
El sondeo, elaborado por GAD3, la empresa del siempre fiable Narciso Michavila, pronostica que de celebrarse hoy los comicios, Feijóo se situaría en una horquilla de entre 124 y 128 escaños.
En las elecciones del 10 de noviembre de 2019, el PP se quedó con 89, con lo que práticamente ahora sacaría 40 actas más.
EL NECESARIO APOYO DE VOX
Evidentemente, la mayoría absoluta aún le quedaría lejos a los de la calle Génova 13, de ahí que sea imprescindible el respaldo de VOX para poner fin a la etapa de Pedro Sánchez en el Gobierno de España.
Cierto es que la recuperación del PP en número de parlamentarios afecta a la formación de Santiago Abascal.
Y es que el partido ‘verde’ había llegado a verse, según las recientes encuestas, con cerca de 90 diputados.
Sin embargo, GAD3 rebaja esas expectativas y le otorga un resultado calcado al conseguido en la última cita electoral a nivel nacional, un rango que se movería entre los 51 y los 53 representantes en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo.
Por su parte, el PSOE de Pedro Sánchez se lleva un costalazo monumental.
De los 120 parlamentarios logrados el 10 de noviembre de 2019, pasaría, en el mejor de los casos, a quedarse justo con 100. No obstante, también existe la posibilidad de caer por debajo de la centena y tener que conformarse con solo 96.
Su socio en el Gobierno, Unidas Podemos, también sufre el desgaste y de los 35 actuales se queda únicamente con 26-28 diputados en la Cámara Baja.
Ciudadanos, el partido que un 28 de abril de 2019 tuvo la llave de la gobernabilidad e impedir un Ejecutivo de Sánchez con comunistas y apoyado por separatistas y filoetarras, solo obtendría un escaño, el de Inés Arrimadas.