Pedro Sánchez lo dejó claro el 18 de abril de 2022 en el programa de Susanna Griso.
El presidente del Gobierno de España dijo con todo el desahogo del que es capaz que en las elecciones generales los españoles tendrán que elegir entre el bloque de centroderecha (al que él le añade la coletilla de «ultraderecha») y los partidos de progreso, con guiño especial a Yolanda Díaz.
Pues si el inquilino de La Moncloa confiaba en que los ciudadanos iban a adherirse en masa a su proyecto de cara a la cita con las urnas a finales de 2023, mejor que vaya pensando en ir haciendo las maletas.
Porque el líder del PSOE, encuesta tras encuesta, se va llevando unos sopapos monumentales. Pero todavía tiene mucha más enjundia la que saca este 21 de abril de 2022 el diario digital El Debate porque se produce justo unos días después de su órdago a los votantes.
Así las cosas, no solo es que los socialistas dejen de ser la primera fuerza en intención de voto, sino que además no suman con otras formaciones de su espectro ideológico para renovar su estancia en el Consejo de Ministros por cuatro años más.
Los datos son más que elocuentes y, de paso, refuerzan también el ‘efecto Feijóo‘.
Así las cosas, según el sondeo publicado en el diario de Bieito Rubido, el PP obtendría un 26,16% de los votos, muy cerca ya de ese 30% que otorgaría con seguridad el poder gobernar España.
El PSOE se queda en un segundo lugar, con el 25,66% de las papeletas emitidas y muy lejos de las perspectivas demoscópicas a las que José Félix Tezanos, el ‘cocinero’ del CIS, tiene acostumbrado a Pedro Sánchez.
El tercer partido en discordia, VOX, ya empieza a rozar el 20%. En este muestreo llega hasta el 18,31%.
Por su parte, Unidas Podemos, fuerza de la que aún forma parte Yolanda Díaz, se queda por debajo del 11%, con un 10,88% para ser exactos.
Dicho lo cual y haciendo una sencilla operación aritmética, los números son clarividentes y dejan bien a las claras que mientras el bloque de PP y VOX roza el 45% de los votos, la alianza entre socialistas y morados a duras penas sobrepasa el 36% de los sufragios.
Incluso, metiendo en la ecuación a Ciudadanos, por el lado de los conservadores, y a Más País, por la vertiente socialcomunista, el resultado no varía absolutamente en nada.
Y la pesadilla para Pedro Sánchez es que la actual situación económica, con una inflación desbocada, el precio de la energía por las nubes, los españoles, fritos a impuestos y unos sueldos que son lo que son, será un factor más que determinante para seguir cayendo en picado en las encuestas.
