PACTO ROTO

Corrupción y pasiones: el ‘lío de faldas’ con Mónica Oltra que puede fulminar a Ximo Puig

Las relaciones entre PSPV-PSOE y Compromís están rotas y no solo por asuntos políticos y judiciales

Corrupción y pasiones: el ‘lío de faldas’ con Mónica Oltra que puede fulminar a Ximo Puig
Ximo Puig y Gabriela Bravo, presidente, consellera y pareja sentimental. Cordon Press

Siete años hace que la izquierda ‘reconquistará’ la Comunidad Valenciana después de décadas de hegemonía del PP en las instituciones y principales ayuntamientos de la región. La presunta corrupción (los tribunales han ido absolviendo a los principales encausados) de los populares acabó con la derecha y ahora son las presuntas corruptelas las que dejan con pie y medio fuera del Consell al tripartito de izquierdas (PSPV, Podemos y Compromís) que gobierna la Generalitat.

El ‘pacto del Botànic’, como así bautizaron los protagonistas el acuerdo de gobierno tripartito, está realmente roto desde hace muchos meses. El punto de inflexión los abusos a una menor por parte del marido de la vicepresidenta (lo era cuando ocurrieron los hechos), Mónica Oltra, en un centro tutelado por el departamento de Oltra.

De estos hechos se deriva además la más que posible imputación en el TSJCV de la vicepresidenta, y lideresa de Compromís, porque la Justicia sospecha (así lo dijo el juez instructor y respalda ahora la Fiscalía nada más y nada menos que del Alto Tribunal valenciano) que obró mal en la aplicación de los protocolos de actuación ante los posibles casos de abusos sexuales a menores. Todo por, presuntamente, proteger al marido de Mónica Oltra.

Pero al margen de lo judicial, que marca el futuro político de Oltra por mucho que se empeñe en lo contrario, en lo personal el pacto también hace aguas. De nuevo, salen a relucir las pasiones: Ximo Puig, el presidente, se separaba de su mujer por un ‘lio de faldas’ con su consellera de Justicia, Gabriela Bravo. Bravo y Oltra no se soportan ni en lo personal ni en lo político. Tanto es así que la pareja del presidente, a la sazón consellera, deslizaba públicamente que la vicepresidenta tendría que dimir mejor hoy que mañana.

Más que sospechas

Y este ambiente de guerracivilismo entre PSOE y Compromís, por cuestiones políticas y el odio africano que mutuamente se tienen Bravo y Oltra, se mina aún más con los casos de corrupción que salpican cada vez más al Consell, al presidente Puig y familia y al PSPV-PSOE.

A finales de mayo, cuando el hermano del presidente valenciano, Francis Puig tuvo que comparecer ante el juez como investigado por presuntas irregularidades en la adquisición de subvenciones públicas entre 2015 y 2018. Un hecho de vital importancia dado que, de confirmarse este supuesto, se trataría del primer caso de corrupción en administraciones en la Comunidad Valenciana en un período de gobiernos socialistas.

Por si fuera poco, ahora salta el llamado ‘caso Azud’ que salpica de lleno y de forma grave al PSPV-PSOE. El sumario ha desvelado decenas de facturas que ascienden a 1,3 millones de euros que revelan sobornos a personas históricamente cercanas al socialismo valenciano. Unas facturas, de entre 2007 y 2012, que según la Fiscalía podrían ser falsas y encubrir adjudicaciones urbanísticas y una posible financiación ilegal y de la campaña electoral de 2007.

Lo dicho, los socialistas quieren aguantar como sea hasta el final de la legislatura, mayo de 2023, pero ahora mismo el Consell es un polvorín. Si no estalla por lo que determinen los tribunales de Justicia, estallará por asuntos personales y si no es el caso lo hará por discrepancias políticas entre sus socios… o por todos los supuestos conectados a la vez.

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Autor

David Lozano

Voluntarioso contador de hechos. Frases verdaderas contadas con palabra.

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