ACORRALADA

Mónica Oltra comete un grave error en su declaración ante el TSJ y está a un paso del banquillo

La vicepresidenta valenciana acusa al juez instructor y cambia sorprendentemente de versión en su escrito al Alto Tribunal

Mónica Oltra comete un grave error en su declaración ante el TSJ y está a un paso del banquillo
Mónica Oltra, en una reciente comparecencia tras el pleno del Consell.

Fuentes jurídicas consultadas por Periodista Digital han coincidido en señalar que la vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, se ha ‘pegado un tiro en el pie’ al cambiar de versión en su declaración ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) que se produjo este pasado lunes 6 de junio.

Además de dar una versión contraria a la anterior (ahora asegura que no dio la orden de abrir una investigación de los hechos –los abusos sexuales de su marido a una menor- como así reconocía incluso a la prensa), Oltra cargaba contra el juez instructor del caso.

Según Oltra, todo esto se ha montado por las acusaciones para sacar un rédito político y explica el juez basa su informe en «elucubraciones» y «conjeturas» y no aporta ni un solo indicio de por qué hay que imputarla. Además, añade que ningún subordinado la ha señalado y que ella no dio la orden de apertura del expediente. Esto último es todo lo contrario a lo que le dijo a la prensa. Un nuevo cambio del guión de Oltra que “la condena a la imputación e incluso a sentarse en el banquillo en un hipotético juicio oral”, tal y como explican a PD las mismas fuentes consultadas.

Lo explica bien el valenciano diario Las Provincias, la líder de Compromís defiende su inocencia y rechaza todas las imputaciones del juez. «La investigación tiene un marcado cariz prospectivo y con finalidad notoriamente espuria». Su defensa sostiene que las pesquisas no han aportado nuevos indicios más allá de los que se apuntaron inicialmente por las acusaciones a quienes reprocha su sesgo ideológico.

«No hay indicios objetivos que justifiquen la llamada para ser oída como investigada», sostienen en el escrito ante el TSJ. En este sentido, la instrucción del juzgado parece haber resultado inútil. No hay ningún hecho -añaden- de que «ordenase realizar una investigación y que además se hiciese para encubrir o perjudicar a la menor». Y todo pese a que Oltra reconoció públicamente que es ella quien da la instrucción.

Uno de los extremos más novedosos de las alegaciones es otro sorprendente giro de guión, uno más, en la versión de la vicepresidenta. Ella misma admitió en declaraciones a los medios de comunicación que ordenó la apertura del expediente, que se terminó convirtiendo en un dosier para desacreditar a la víctima. El resultado de este dosier nunca fue aportado a la instrucción judicial. De hecho, se conoció dos años más tarde, tras la sentencia condenatoria.

Ahora sus letrados alteran la versión de su representada. Es lógico porque de esta forma la apartan del núcleo de la decisión, es decir, de la prevariación que se investiga. «La conclusión a la que llega el instructor no solo es errónea y especulativa sino que además contradice el resultado de la instrucción practicada». Las dos responsables, Rosa Molero y Gema Plaza, dijeron que no había recibido órdenes de Mónica Oltra pese a que este lo había reconocido públicamente.

De hecho, el juez, consciente de la importancia de esas declaraciones de la vicepresidenta, incorporó las noticias de prensa y la grabación del audio a la causa judicial.

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Autor

David Lozano

Voluntarioso contador de hechos. Frases verdaderas contadas con palabra.

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