Se han escrito ríos de tinta sobre el espionaje a los teléfonos móviles de algunos de los ministros del Gobierno de España, Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska… pero lo realmente preocupante es lo que los ‘espías’ hayan podido sacar del teléfono móvil del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Todas las especulaciones apuntan a los servicios secretos marroquíes y se habla sin tapujos, así se lo hemos contado en Periodista Digital, ya de que el presidente de nuestro Ejecutivo podría estar siendo víctima ya de un chantaje por parte de Marruecos por la información personal extraída de su teléfono y que además podría afectar a las finanzas y negocios en el país magrebí de su esposa, Begoña Gómez. Así lo llegaba a afirmar incluso un excoronel de la inteligencia española.
Una posibilidad que habría provocado, por ejemplo tal y como incidía el coronel del CNI retirado Diego Camacho, el giro de 180 grados en relación a la postura española con el Sáhara, un cambio tan radical que es contrario a los principios de las Naciones Unidas y que, de momento, nos ha costado las relaciones amistosas con nuestra principal suministradora de gas, Argelia.
Hechos reales o especulaciones al margen, lo cierto es que existe máxima preocupación internacional por el caso de espionaje al Gobierno español o por el cese de las relaciones con Argelia, que en lo geoestratégico es muy importante. Más aún cuando Madrid está a punto de acoger la cumbre de la OTAN, la más importante de las últimas décadas con la mirada puesta en la invasión de Rusia a Ucrania y los temores sobre un posible ataque a un país de la Alianza que podría provocar una Tercera Guerra Mundial.
Con estos mimbres la cesta se compone con contactos internacionales secretos para intentar tutelar a un Pedro Sánchez (con unos socios de Gobierno comunistas y en contra de la OTAN) que no ofrece ninguna garantía a sus socios internacionales y menos aún a Estados Unidos, que niega sistemáticamente una reunión (siquiera una llamada) entre Sánchez y el presidente Joe Biden.
En este sentido, la Casa Blanca podría haber designado a un mediador que podría haberse reunido con Pedro Sánchez este domingo 12 de junio. Se trataría nada más y nada menos que del expresidente norteamericano, Barack Obama.
Tal y como ha podido comprobar PD, de esta supuesta reunión ha informado a sus seguidores en las redes sociales el analista político e influencer Alvise Pérez.
Pérez decía lo siguiente en un mensaje enviado al mediodía de este pasado domingo: «El expresidente de EEUU, Barack Obama, llega en unas horas al Hotel Finca Cortesín (Casares, Málaga) con un nombre de reserva falso llamado ‘Oliver Brian’«.
Aportaba más detalles: «Ha reservado una planta entera del hotel y acudirá con su propia plantilla de seguridad».
Y concluía con lo relacionado con el presidente del Gobierno español:
«Pedro Sánchez llegó ayer [por el sábado] a la zona y van a quedar en secreto en relación a la inmediata cumbre de la OTAN, Marruecos y las filtraciones de su móvil».