Ni el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y ni siquiera desde la Dirección General de la Policía se ha dicho nada al respecto, más bien ha tratado de ocultarse como una “noticia local” o un hecho aislado. Pero Periodista Digital, de fuentes de la propia Policía y también de sus secciones sindicales, ha constatado la indignación de los agentes ante una nueva agresión de ‘ilegales’ a un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, precisamente tras ser reconocido como agente de policía por sus agresores.
Así, agentes de la Policía Nacional detuvieron el pasado viernes 15 de julio a tres marroquíes, de entre 32 y 37 años y con antecedentes penales, por un delito de atentado y otro de lesiones al agredir a un inspector de la Policía Nacional que se encontraba fuera de servicio en la zona de La Minilla, en Las Palmas de Gran Canaria.
Las detenciones se produjeron después de que los tres reconocieran al agente, perteneciente a Seguridad Ciudadana, cuando iba a entrar en el portal de su vivienda, en la zona de los supermercados de La Minilla, momento en el que comenzaron a insultarle y amenazarle, según consta en propio atestado policial, configurado por la declaración de testigos y del propio perjudicado.
Ante estos hechos, el inspector decidió avisar a su hermano, también agente del Cuerpo y con el que había estado desayunando junto a su sobrina de 3 años, decidiendo ambos llamar al 091 para solicitar la ayuda y el apoyo de sus compañeros.
Estando presente su hermano y sobrina, los detenidos le lanzaron un líquido corrosivo a la cara, provocándole lesiones de carácter grave tanto en el rostro como en los ojos.
Posteriormente, testigos presenciales de la zona y trabajadores de un supermercado Spar que se encontraban en las inmediaciones, intentaron ayudar al agente y llamaron a una ambulancia para que fuera atendido de sus graves lesiones, temiendo sobre todo por las oculares y sus posibles consecuencias.
El inspector de policía tuvo que ser trasladado urgentemente en ambulancia medicalizada a un centro hospitalario de Las Palmas de Gran Canaria donde los médicos comprobaron que tenía, como resultado del ataque con el líquido corrosivo, en un ojo la retina quemada, mientras que en el otro tenía una úlcera.
Ahora mismo está pendiente de evolución y, según testimonios recabados por Periodista Digital de fuentes conocedoras del caso, existe preocupación por las secuelas en la visión de uno de los ojos del agente agredido.
Ahora el magistrado del Juzgado de Guardia en Las Palmas de Gran Canaria, el Número 7, ha ordenado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza por un delito de lesiones graves y atentado para el presunto autor material del ataque el viernes, 15 de julio, a un agente de la Policía Nacional.
Así lo ha ordenado tras tomar declaración a los tres investigados de origen magrebí como presuntos autores de una agresión al agente.
En cuanto al segundo implicado en los hechos, el juez lo ha dejado en libertad provisional como presunto autor de los mismos delitos, si bien ha acordado su internamiento en el CIE de Barranco Seco para que sea expulsado de España por infracción de la Ley de Extranjería, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
Por su parte, en relación al tercer investigado se ha acordado prorrogar su detención con el fin de someterlo a nuevas pruebas de reconocimiento.
