Contundente a más no poder.
Javier Fernández-Lasquetty, consejero de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid, asegura en ‘La Segunda Dosis’ (Periodista Digital) que a Pedro Sánchez le espera un futuro bastante negro.
A Pedro Sánchez no le gusta, aunque lo parezca, parecerse a Zapatero, pero sí es verdad que se parece muchísimo. Es el mismo extremismo, la misma separación de la realidad, la huida hacia delante permanente, la locura del gasto público… Entonces yo creo que le va a pasar como le pasó a Zapatero, que seguirá moviéndose frenéticamente, pero los españoles le darán primero un palo enorme, espero, en las urnas en el mes de mayo de 2023 y a continuación en las generales. Justo como le ocurrió a Zapatero en el año 2011.
Precisa Lasquetty que no ve que el Ejecutivo sanchista tenga ya ideas para salir de la crisis y que en Moncloa están a otros asuntos que no son, precisamente, los de mejorar la vida de los españoles:
Yo veo a un Gobierno que no tiene ninguna idea que no sea otra que la de meter mayor tensión en la vida política, meter más enfrentamiento, hacer una política de identidades que lo único que hace es enfrentarnos a unos con otros, que económicamente está hundiendo a España, que pretende gastarse el año que viene 50.000 millones más que antes de la pandemia cuando aún no hemos recuperado el PIB de antes de la pandemia. Va hundiéndonos más, pero también se va hundiendo él. La situación económica va a empeorar en manos de María Jesús Montero, Nadia Calviño y Pedro Sánchez.
En el tema de los Fondos Europeos lo están haciendo tan mal que no les está funcionando, ni les va a funcionar, ni tan siquiera como propaganda o como clientelismo, que es lo que varios tenían en la cabeza, empezando por el propio Pedro Sánchez. Ellos han planteado un reparto de una manera impuesta, nada consensuada, a pesar de que la Unión Europea les exigía que tenían que consensuarlo.
Y añade la incapacidad de Moncloa para saber gestionar el montante económico:
El Gobierno ha decidido quedarse con 50.000 millones de euros y que 20.000 los gestionamos las comunidades autónomas, pero para hacer lo que el Estado nos dice. El resultado de todo es que como no son capaces, de los 50.000 millones que el Estado pretende distribuir directamente, apenas han puesto en circulación casi nada de ese dinero. A nivel de ejecución ha sido pésimo porque se han empeñado ellos en controlarlo con su propia mano.