EL PRESIDENTE VALENCIANO NO SOLO SE JUEGA SU FUTURO ELECTORAL, SINO TAMBIÉN EL JUDICIAL

Ximo Puig (PSOE) encara un 2023 plagado de minas: ‘caso Azud’, contratos sin control y las comisiones ilegales de su hermano

El Ejecutivo socialcomunista, pese a los escándalos, se niega a la creación de comisiones de investigación en las Cortes Valencianas

Ximo Puig.
Ximo Puig.

No corren buenos tiempos para Ximo Puig.

El presidente socialista de la Comunidad Valenciana tiene ante sí un 2023 plagado de minas.

Con las elecciones autonómicas previstas para el 28 de mayo de 2023 (aunque aún hay rumores de que estas pudieran adelantarse a marzo), al líder regional del PSOE le salpican los escándalos.

Hasta la fecha siempre optó por la táctica del silencio o de poner el foco sobre la derecha mediática y política por extender lo que él entendía que eran acusaciones sin fundamento, en especial en todo lo que se refería a su hermano, Francis Puig, y el supuesto cobro de comisiones ilegales.

Pero lo cierto es que las noticias que afectan al Puig y al propio PSOE valenciano ya no se pueden tapar y, por supuesto, tampoco basta con dar la callada por respuesta a ver si el ruido informativo se atenúa.

Nada más lejos de la realidad.

A Ximo Puig le esperan casi cinco meses de auténtico calvario, salvo que opte por acortar el camino por la vía de adelantar las elecciones, hasta llegar a ese 28-M.

Para empezar, al aún jefe del Ejecutivo valenciano le toca lidiar con un toro descomunal, el de que el PSOE se habría financiado ilegalmente durante varias campañas electorales, pero también fuera de las mismas.

De hecho, la acusación principal en el ‘caso Azud‘ viene de que fuera gerente durante algunos años, Francisco Martínez Rico. Según declaró ante la Guardia Civil, el extesorero de los socialistas valencianos, José María Cataluña, fue el responsable de la  llamada ‘caja B’.

Sin embargo, Ximo Puig opta por el silencio y restringir casi hasta la nada cualquier explicación que se le pide tanto en los actos públicos por parte de la prensa como por la oposición en las Cortes Valencianas.

De Francis, ni pío

Tampoco hace alarde de palabrería cuando se le pregunta por Francis Puig.

El hermano del presidente valenciano está en el ojo del huracán al estar siendo investigado junto a su socio por el posible cobro de comisiones ilegales por parte de diferentes administraciones, entre las que está la Generalitat Valenciana.

Por supuesto, Puig y el PSOE, con el beneplácito de Compromís, han dinamitado cualquier posibilidad de creación de una comisión de investigación en sede parlamentaria.

La tercera pata de los escandalazos que acorralan al presidente de la Comunidad Valenciana se llama contratos sin control.

Tal es el auténtico cachondeo que existe a la hora de formalizar esas contrataciones que hasta la propia Sindicatura de Cuentas de la Comunidad Valenciana le ha tenido que pegar un tirón de orejas al Ejecutivo socialcomunista.

Se acusa al Gobierno de Ximo Puig de abusar de la caja fija y de que ciertas consejerías no se sometan a los procedimientos que están tasados legalmente.

Sobre todo uno de los departamentos en los que más se abuso de esta fórmula de contratos concedidos de manera discrecional fue el de Sanidad, especialmente en los meses más duros de la pandemia por el coronavirus cuando se contrató con empresas para la compra de material sanitario que por aquel entonces escaseaba en España como las mascarillas.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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