Polémica por el menú y los servicios médicos del evento cinematográfico

Dos ‘filtraciones’ hunden a los Goya y retratan su elitista y apasionado amor a la sanidad… privada

A pesar de los mensajes ‘progres’ de la mayoría de los premiados, la Gala demostró que detrás de las cámaras no se predica con el ejemplo

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Dos ‘filtraciones’ hundieron a la gala de los Goyas.

La entrega de los premios al cine español se convirtió en un escenario idóneo para vender los mensajes preferidos de la izquierda y la extrema izquierda. Las reivindicaciones iban en aumento con cada uno de los artistas que era reconocido, pasando de la defensa de la igualdad (eso sí, sin criticar la Ley del ‘solo sí es sí’) hasta defender a la ‘naturalidad de la mujer’, a la comunidad LGTBI y hasta a la energía eólica.

Un ideario donde, evidentemente, no podía faltar la defensa de la sanidad pública como excusa para atacar a Isabel Díaz Ayuso. No en vano, Jordi Évole aprovechó su primera participación en los Goyas para invitar a participar en la manifestación de la izquierda en contra de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

“Ah, y aprovechando que ya es domingo, hoy hay una manifestación en Madrid, a las 12 de la mañana, en defensa de la Sanidad Pública”, indicó el periodista de laSexta. Una frase que le costaron duras críticas y que le dejarían con el ‘culo al aire’ después de saber que los propios servicios médicos del evento estaban en manos de… la sanidad privada.

Más de un artista de izquierda se escondió como una avestruz cuando la organización de los Goya agradeció, a través de las redes sociales, al Grupo Quirón Salud por velar por los asistentes a la Gala.

Un tuit que permitió que figuras como el reconocido economista Daniel Lacalle o Alfonso Serrano, secretario general del PP de Madrid, se divirtieran a costa de la hipocresía de los premios.

“Gracias por defender la sanidad privada y la colaboración público-privada, garantía de servicio, elección, libertad y calidad. Enhorabuena a los premiados”, indicó Lacalle. A lo que se sumaba el ‘popular’ con un irónico: “Alguno devuelve el Goya, si no es que la da vueltas la cabeza”.

 

Sin embargo, no fue la única información del evento que retrató la doble moral que existe en los Goyas.

Las redes sociales mostraron el menú que se ofreció a los asistentes donde, lejos de estar presentes los vegetales y lombrices que recomienda comer el ministro Alberto Garzón, se apostó por las alternativas a las cárnicas tradicionales. Es decir, que sean otros los que se alimentan a través de insectos.

El escritor y militar Pedro Baños fue una de las figuras más reconocidas en denunciar la falta de coherencia.

“En los Premios Goya han dado un ejemplo de sostenibilidad ecofriendly y han optado por un menú exclusivo de vegetales, lombrices e insectos. Eso sí, lo han disimulado con nombres tradicionales como jamón, paté, rabo de toro, pollo, lomo o morcilla. Todo por el bien del planeta”.

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Autor

José Antonio Puglisi

Periodista italovenezolano especializado en economía y periodismo de investigación.

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