COMPLICACIONES

Yolanda Díaz, cazada ocultando un documento letal para su futuro político

La vicepresidenta esconde informes de su propio ministerio desfavorables a la subida del SMI

Yolanda Díaz, en un acto de 'Sumar'.

La decisión estrella de Yolanda Díaz, la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), es su principal aval y carta de presentación de ‘Sumar’ para las elecciones generales de este próximo diciembre.

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, la comunista Díaz, vende una imagen amable y trata ahora de arrebatar votos a Podemos ofreciendo un perfil moderado y sobre todo práctico y con políticas muy beneficiosas para los trabajadores.

La subida de sueldo se publicita desde el Gobierno, especialmente desde el departamento de Díaz, como el paradigma del bienestar para los trabajadores pero en el ministerio de la gallega, y ella misma, conocen el lado oscuro de esa decisión, pero lo ocultan.

En informes encargados por el propio Ministerio se advierte del impacto negativo que esa subida salarial provocará en el empleo. Trabajo, tal y como ha podido constatar Periodista Digital, ha ocultado estos informes que la propia Yolanda Díaz se comprometió a presentar hace un año.

En este sentido, los análisis del Banco de España, la AiRef y el Ministerio de Asuntos Económicos señalaban que la subida salarial sería letal para la creación de empleo. Por ello, Díaz anunció que harían un estudio propio con datos de las muestras continuas de vidas laborales de la Seguridad Social.

Este fue, precisamente, el estudio que encomendó a la Fundación Iseak y que fue dirigido por Sara de la Rica, a la sazón miembro de la mencionada Comisión Asesora y reconocida experta en la materia. . Sin embargo, un año después, el Ejecutivo ha ‘repudiado’ este trabajo, tal y como explica elEconomista.

La razón es que el informe refrenda las conclusiones del resto de estudios que Díaz buscaba rebatir: según el equipo dirigido por De la Rica, los trabajadores a tiempo completo sufrieron «un ajuste significativo de la intensidad laboral». Es decir, sus horas de trabajo se redujeron. Aunque este ajuste no evitó las reducciones de plantilla: se destruyeron unos 30.000 puestos -especialmente entre mujeres, jóvenes e inmigrantes-.

La respuesta de Trabajo fue ocultarlo. Se negó a publicarlo, aduciendo que este tipo de documentos nunca se hacen públicos. Hasta que una resolución de Transparencia les obligó a ello.

Yolanda Díaz encargó entonces dos nuevos informes de urgencia a los investigadores de la Universidad de Alcalá de Henares y la Universidad Complutense que obviaban el impacto en el empleo y se centraban en la desigualdad. Ambos se ‘filtraron’ a la vez que el de Sara de la Rica, quien para entonces ya había abandonado la Comisión Asesora para el análisis del SMI.

Al  no contar con argumentos para negarlo, en la memoria para 2023 Trabajo ha optado por basarse en un informe del Banco Mundial que fue publicado en el año 2015 para poder calificar de «insignificante» el impacto.  Ello a pesar de que los propios expertos del Comité Asesor sí la abordaban en el informe que en diciembre entregaron a Díaz para actualizar la senda de subida del SMI.

«La medida también tuvo un pequeño impacto negativo sobre el empleo (…) y que habría supuesto un ligero aumento de la probabilidad de pérdida de empleo y también una reducción en la intensidad de empleo para algunos asalariados», incide el texto, culmina elEconomista.

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Autor

David Lozano

Voluntarioso contador de hechos. Frases verdaderas contadas con palabra.

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