Después de que las protagonistas de una épica futbolística, que son unas auténticas reinas, ganaran por méritos propios su primer mundial de fútbol. Un auténtico hito en la historia del deporte femenino español, con una Infanta Sofía que estuvo a la altura del espectáculo exhibiendo a España con su bandera, nos vemos obligados a tener que volver a la realidad política de nuestra nación.
Así, nos encontramos con el cierre de la ronda de contactos que ha manteniendo el Jefe del Estado, nuestro Rey Felipe VI, con los representantes de los grupos políticos del Congreso de los Diputados. Llegados a este punto debemos recordar lo que dice el artículo 99.1 de la Constitución Española, “Después de cada renovación del Congreso de los Diputados (…), el Rey, previa consulta con los representantes designados por los Grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno”.
Ahora se hace necesario tener presente que Felipe VI llegó al trono el 19 de junio de 2014, es decir, lleva más de nueve años de reinado, por lo que ya tiene una acreditada experiencia en proponer candidatos a la Presidencia del Gobierno. Sánchez y sus acólitos por mucho que se empeñen en repetir que han ganado las elecciones, ni siquiera la llamada “progresía” las ha ganado, puesto que al menos, Junts y el PNV, no la conforman, menos aún el PP, VOX, UPN y CC. El que sí ha ganado las elecciones ha sido el Partido Popular con 137 escaños, además de contar con la mayoría absoluta en el Senado, mientras el PSOE ha obtenido 121, y hasta ahora el Rey siempre ha propuesto al candidato de la formación política de la lista más votada. No obstante, hay otras opiniones que ahora se decantan para que proponga al candidato que supuestamente puede reunir mayor apoyo parlamentario.
Pero, el Rey no puede ni debe basarse en hipótesis, conjeturas o meras presunciones, sino en acreditadas posibilidades confirmadas por los representantes de todos los grupos políticos que están dispuestos a apoyar a otro candidato que no haya ganado las elecciones debiendo comunicar al Rey dichos apoyos. Y, nos encontramos que los líderes de los grupos políticos de Junts, ERC, Bildu y BNG no han acudido a las consultas que se han llevado a cabo en el Palacio de la Zarzuela, además de ser manifiestamente enemigos de España, por lo que el Monarca desconoce si le apoyarán, aunque Sánchez trate de erigirse en el portavoz del apoyo de esos grupos, máxime cuando han trazado sus líneas rojas con la Amnistía y el referéndum para la Autodeterminación. Incluso el portavoz del PNV, Aitor Esteban, dijo en el Congreso que a la candidatura de Sánchez le queda mucho rodaje y no descarta la repetición electoral.
Más aún, ahora hasta el PSOE, al no tener todavía el apoyo de Junts y ERC, ha exteriorizado su respecto ante una decisión del Rey de proponer a Feijóo en un primer intento de investidura. Pero hoy el todopoderoso Sánchez dijo después de las consultas con el Monarca que se postulaba como el único candidato para poder gobernar añadiendo que la investidura de Feijóo sería fallida. A tal respeto, debemos recordar que Sánchez fue propuesto como primer candidato en dos investiduras fallidas en marzo de 2016 y julio de 2019, consiguiendo menos escaños que los que hoy tiene el PP en solitario. Pues bien, Sánchez perdió dichas investiduras en tres años y con muchos menos apoyos que ahora tiene Feijóo, que ha cometido evidentes errores de manual demonizando a VOX mientras guardaba silencio con los independentistas. No obstante, hoy Abascal con altura de miras manifestó después de la conversación con el Rey que apoyará la investidura de Feijóo siempre el que PP no favorezca por acción u omisión el cordón “sanitario” contra VOX que propugnan los asalta caminos de España. Espero que así sea por el bien de nuestras libertades. Feijóo le ha pedido hoy a Felipe VI que le proponga como candidato a la investidura ya que los malos entendidos con Vox están resueltos.
Bueno, ya me recojo no sin antes decir que, dado que ERC y Junts han advertido insistentemente que su voto en la composición de la Mesa del Congreso no prejuzga su posición ante la investidura, remarcando las antedichas líneas rojas, al no haber un mínimo de garantías, lo razonable es que el Rey proponga para el primer intento de investidura al candidato más votado, es decir, Feijóo, lo contrario podría suponer un quebrantamiento de su obligación constitucional de neutralidad. También, podría optar por prorrogar las negociaciones entre bloques y entonces todavía no proponer a un candidato, hecho que sería igualmente inaudito. Toda una serpiente política. En fin, Señor, la España constitucional está en sus manos.