Carles Puigdemont ‘degrada’ a Pere Aragonés de una sola patada.
El prófugo de la Justicia conquistó el protagonismo de las negociaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez, dejando al presidente autonómico en un segundo plano y haciendo una serie de malabares para intentar llamar la atención de Moncloa.
A pesar de que los siete diputados de ERC tienen el mismo peso que los de Junts, parece que el PSOE ya sabe que tiene en el bolsillo a los de Oriol Junqueras. Un escenario que está obligando a que empiecen una falsa ‘revolución’ para intentar rascar minutos en las televisiones y no desaparecer del favoritismo entre los separatistas.
El propio Carlos Alsina reconocía que Pere Aragonés está “empequeñecido” y “diluido como interino o accidente en el camino que lleva a Puigdemont de regreso a la Casa de los Canónigos”.
“Todo lo que nos decían que era imposible resulta que no lo es. Tiene razón. No en que sea él quien va a conseguir que Sánchez trague con lo que hasta anteayer le parecía inadmisible (es Junts, no Esquerra, quien disfruta hoy del cortejo pretty woman del PSOE y Sumar: háganme más la pelota, dice Puigdemont, y se la hacen)”, sentenció en su monólogo del 11 de septiembre.
La desesperación de Aragonés hizo que hace unos días convocara a una rueda de prensa solo para pedir a Puigdemont unir fuerzas para avanzar hacia la amnistía y el referéndum. Una especie de ruego para no desaparecer de la ‘foto política’, donde todos los focos apuntan al hombre de Waterloo.
Con los ‘juegos de tronos’ activos en Cataluña, Pedro Sánchez aprovechó para bajar a los infiernos en búsqueda de una amnistía tanto exprés como disimulada. Ahí nace la «Ley de Alivio Penal».
Se trata del nombre que maneja ahora mismo el Gobierno para su amnistía encubierta a Carles Puigdemont y otros procesados y condenados por el Golpe a la democracia del 2017, según ha sabido Vozpópuli.
Esta norma dará al Gobierno facultades especiales y extraordinarias para la amnistía que exigen Puigdemont y ERC como condición sine qua non para investir a Pedro Sánchez. Además, el presidente del Gobierno en funciones ofrecerá una consulta no vinculante en Cataluña.
Se trata de un eufemismo para enmascarar la amnistía a Puidgemont, que sigue prófugo de la Justicia española, y la de un número indeterminado de condenados y procesados por los graves sucesos de septiembre y octubre del 2017 en Cataluña. La norma dará al Ejecutivo facultades discrecionales similares a la prerrogativa del indulto.
Es importante destacar que no será la única cesión del Gobierno al separatismo catalán, ya que el PSOE ofrecerá un referéndum no vinculante a Cataluña.
Este y otros asuntos de interés nacional serán tratados en La segunda dosis de este 11 de septiembre de 2023 con Alfonso Rojo y con la tertulia de José Rosiñol, Hermann Tertsch y Ricardo Martín.