El todopoderoso Sánchez “el César”, después de sus cinco día de preparar con los suyos la defensa de los asuntos de corrupción que le acorralan a él, a su gobierno, a su familia y a su propio partido, no dijo otra cosa que ya no supiéramos, al menos algunos, su continuación en la presidencia del Gobierno, aunque ahora con más fuerza de opresión a la prensa libre para amordazarla y al poder judicial para aniquilar su independencia, acabando así con la separación de poderes. Está persiguiendo el sistema judicial en un momento en que los pilares de la democracia se tambalean. Es decir, intentando suprimir el Estado de Derecho que debe presidir una auténtica democracia.
Sobre esta actuación a todas luces autoritaria, Alfonso Guerra en respuesta a las preguntas de uno de los periódicos más prestigiosos del mundo, The Times, ha dicho: “Sánchez es cada vez más autócrata y está cavando su propia tumba”. Afirmando que las recientes acciones gubernamentales “no son compatibles con una democracia parlamentaria”. Y, añadió, está provocando la división de España en dos partes, explicando al diario británico que la pausa de reflexión de cinco días que Sánchez se tomó tras la apertura de una investigación penal contra su esposa, Begoña Gómez, por corrupción en los negocios y tráfico de influencias, responde a un “cálculo político”. Guerra recalcó que Sánchez no sólo decidió continuar en el Gobierno, sino que también manifestó su opinión de aspirar a un nuevo mandato. Sobre la regulación de los medios de comunicación, criticando a Sánchez de intensificar el control sobre estos después de que artículos periodísticos contribuyesen a la denuncia de Manos Limpias contra su esposa, hoy ya querella, dijo “La prensa es fundamental para la democracia”. En efecto, es también uno de sus pilares sin la cual se socava su existencia.
Estamos en manos de un psicópata narcisista que no tiene ningún tipo de limitación a la hora de ir tomando sus decisiones y de ir perfilando su estrategia ante los graves indicios de corrupción que afectan a su persona, a su Gobierno, a su familia, a su partido, a sus ministros, no ha tenido ningún escrúpulo en utilizar a su mujer para organizarse una campaña de autobombo y de culto a su personalidad. Habla de bulos el mayor emisor de bulos, ha dicho Rosa Díez en El Debate. La cobardía le permite esconderse detrás de su mujer, detrás del Jefe del Estado. Porque dentro de su estrategia hasta estuvo ir a ver al REY para generar confusión sobre la supuesta dimisión, que nunca estuvo en su cabeza.
A tal respecto, debemos de traer a colación el libro de Luis Haranburu Altuna “Pedro Sánchez y el Síndrome de Narciso. De la democracia al socialpopulismo autócrata”, que recoge el diario El Mundo. El autor del libro más premonitorio del espectáculo que culminó el lunes 29 de abril hace el retrato del “presidente Narciso”, y cómo tener ese “síndrome” está condicionando su actuar político. Analiza uno a uno los nueve criterios con los que la Asociación Americana de Psiquiatría identifica el trastorno de la personalidad narcisista. Sostiene el autor que Sánchez tiene envidia a Felipe VI, por sentirse en posición inferior tanto en los protocolos como en la jerarquía constitucional. Las manos en los bolsillos recibiendo al Rey en el Premio Cervantes es un claro ejemplo.
Pero, sigamos, si no fueran pocos los problemas que nos rodean, corrupción por todos los lados (Koldo, Ábalos, Tito Berni, ERES, compra de votos y un largo etcétera), vivienda de alquiler por las nubes, trenes que no funcionan, pobreza infantil desmesurada, paro juvenil desorbitado, por citar algunos. Ahora, para desviar la atención del caso Begoña Gómez, que se está instruyendo en el Juzgado de Instrucción nº 41 de Madrid, cuyo titular ha encomendado a la unidad más especializada de la Guardia Civil en la lucha contra la corrupción UCO (Unidad Central Operativa) investigar las actividades de Begoña Gómez, que además podrían tener vínculos con la operación Koldo, el Ministro de Transportes Oscar Puente, conocido por su incontinencia verbal y bestial, acusó al Presidente Argentino Javier Milei de ingerir sustancias estupefacientes, sin prueba alguna, generando un conflicto diplomático entre dos naciones hermanas con muchos intereses comunes (políticos, económicos y sociales). Sin embargo, nadie se puede creer que, un ministro de Transportes, ni siquiera de Exteriores, vasallo de Sánchez, energúmeno y la voz de su “puto amo”, haya actuado por su cuenta sin tener la aquiescencia de su jefe, al que le sigue las instrucciones al pie de la letra, elegido como cortafuegos y azote de la oposición. Ahora aparentemente recula con Milei, pero sus exabruptos quedan. Todo son maniobras tácticas sanchistas para tapar sus vergüenzas.
Por último, la máquina del fango y de los bulos permanentes sigue su curso. Veamos, ayer en la Comisión del Senado sobre la corrupción política compareció el ex ministro Ábalos y cuando se le preguntó por las maletas de Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, con prohibición de pisar suelo europeo, mintió como un bellaco al decir que no se habían introducido maletas. Pues bien, en la comparecencia de su asesor, Koldo García manifestó que se habían introducido seis maletas grades y seis pequeñas, pero no podía decir más. Entonces, el ex ministro y hoy todavía diputado ha mentido descaradamente en sede parlamentaria y esto no es un bulo. Más aún, un guardia de seguridad privada del aeropuerto de barajas identificó ante notario las maletas de Delcy. El acta notarial instada por el guardia de seguridad privada, referida a la noche de la llegada a España de Delcy Rodríguez, señala lo siguiente: “A partir de las 01:30 horas los pasajeros del vuelo procedente de Venezuela son alojados en las zonas Vips de la Terminal Ejecutiva” Y, especifica: “El personal de Sky Wallet traslada dos carros con maletas al exterior de la zona pública para ponerlos en los vehículos sin pasar ningún control de aduanas”. Después, dicho guardia de seguridad privada fue despedido de su puesto en AENA, dependiente en esos momentos del Ministerio de Ábalos, según Libertad Digital.
Ya me recojo, no sin antes denunciar que estamos en un momento muy peligroso de nuestra historia, peligroso para nuestra democracia y, por ende, para nuestra libertad, aunque los manipuladores profesionales traten de distraernos con maniobras de todo tipo, para esconder su corrupción, el ataque a la independencia del poder judicial y a la libertad de expresión. Incluso acaban de amenazar al que fue presidente socialista de la Junta de Andalucía, Tomás Rodríguez de la Borbolla, por decir que “La mujer del césar tiene que ser honrada y parecerlo”, y el PSOE le ha dicho que se arrepentirá por sus críticas a Pedro Sánchez, Begoña Gómez y Oscar Puente. Puro totalitarismo. No podemos seguir mirando para otro lado mientras acontecen estas prácticas autocráticas, propias de regímenes como el de Venezuela, Cuba o Nicaragua, sus amigos, por poner tan solo unos ejemplos. Si nos quitan nuestra libertad tendremos el legítimo derecho de revelarnos contra su tiranía, utilizando todos los medios a nuestro alcance. Todavía no somos Venezuela, pero nos falta muy poco.