En un clima político nacional marcado por la fragmentación, Murcia ha dado un golpe de efecto.
El Gobierno regional presidido por Fernando López Miras ha cerrado un pacto de presupuestos con VOX, que incluiría acuerdos como el rechazo al Pacto Verde Europeo y la negativa frontal a acoger “ni un mena más” (menores extranjeros no acompañados). El acuerdo, que llevaba semanas bloqueado por las exigencias de los de Santiago Abascal, se desbloquea así tras un viraje del PP hacia posiciones soberanistas y restrictivas en materia migratoria y medioambiental.
El mensaje desde San Esteban es claro: Murcia no cederá ni ante Madrid ni ante Bruselas. López Miras lo ha dicho sin rodeos:
“Murcia no va a participar en el reparto de menores inmigrantes pactado por Sánchez con Puigdemont porque estamos sobrepasados en todos los recursos”.
Y sobre la política verde comunitaria, el rechazo es igual de nítido:
“La Unión Europea está asfixiando a nuestros agricultores, ganaderos y pescadores. Hay que cambiar estas políticas”.
Esta postura supone una ruptura inédita en el tablero autonómico español: Murcia se convierte en la primera comunidad autónoma que rechaza oficialmente sumarse a los compromisos del Pacto Verde y marca distancias con las directrices europeas.
Claves del acuerdo PP-VOX: migración, agricultura y señas de identidad
El pacto presupuestario ha estado pendiente de tres grandes ejes:
- Política migratoria: VOX exigía como condición innegociable que Murcia no acogiera más menas ni participara en el reparto estatal. López Miras ha asumido la bandera, enarbolando la saturación de recursos como argumento principal para el portazo al reparto unilateral del Gobierno Sánchez.
- Rechazo al Pacto Verde: La defensa del sector primario murciano es prioritaria. El texto del acuerdo denuncia los “graves perjuicios” que, según los firmantes, ocasionan las políticas climáticas europeas a la economía regional, agravadas por el Ejecutivo sanchista como el Trasvase del Tajo-Segura. Se reivindica la “soberanía hídrica nacional” y se acusa a Bruselas de diseñar una hoja de ruta perjudicial para el campo español.
- Identidad cultural: Aunque no ha sido el eje central, VOX también ha presionado para eliminar cualquier rastro de programas de cultura o lengua árabe en los colegios públicos regionales. López Miras ha respondido asegurando que tales contenidos no dependen de la Comunidad Autónoma sino del Estado, pero ha prometido velar por la “identidad y cultura murcianas”.
Antecedentes: meses de tensión y pulso político
El acuerdo llega tras semanas —por no decir meses— de tiras y aflojas entre ambos socios potenciales. VOX llegó a amenazar con bloquear los presupuestos si no se cumplían todas sus exigencias. El PP, por su parte, buscaba evitar una imagen excesivamente radicalizada, pero la presión sobre los recursos sociales —especialmente en materia de inmigración— y el desgaste político han acabado decantando la balanza.
López Miras defendía hasta hace poco una posición más moderada respecto al diálogo con Europa, pero las circunstancias han forzado una alianza táctica con VOX que podría marcar tendencia entre otras regiones gobernadas por populares.
Consecuencias: ¿nuevo modelo para otras autonomías?
Este acuerdo tiene implicaciones nacionales evidentes:
- Presión sobre el Gobierno central: Murcia desafía abiertamente las políticas migratorias y medioambientales del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
- Efecto contagio: Otras comunidades gobernadas por el PP podrían verse tentadas a endurecer sus posiciones para asegurarse apoyos parlamentarios o contener a VOX.
- Agricultura como bandera: El sector primario vuelve al centro del debate político regional. La defensa del trasvase Tajo-Segura —que López Miras califica como “línea roja”— se refuerza frente a cualquier intento desde Madrid o Bruselas de limitar recursos hídricos.
- Relación tensa con Bruselas: El rechazo frontal al Pacto Verde puede traer fricciones con las instituciones europeas e incluso afectar la llegada de fondos comunitarios destinados a proyectos verdes.
Un final abierto… y muy murciano
Mientras la oposición acusa al PP murciano de “plegarse” ante VOX y Bruselas toma nota del desafío, Murcia reivindica su derecho a decidir qué políticas aplica dentro de sus fronteras. Por si fuera poco, López Miras sigue presumiendo cada primavera de cuadriga imperial mientras blinda presupuestos.