La Plaza de España de Madrid se convirtió ayer en el epicentro de la indignación ciudadana contra el corrupto Sánchez y su infame Gobierno.
Muchas decenas de miles de personas respondieron a la llamada del Partido Popular para manifestarse bajo el lema «Mafia o democracia«, en lo que supone la sexta concentración convocada por los populares desde el inicio de la legislatura en verano de 2023.
Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, aprovechó el escenario para lanzar un mensaje directo al presidente del Gobierno:
«Señor Sánchez, deje de esconderse y mentir, ríndase a la democracia, convoque elecciones ya».
Con estas palabras, el líder de la oposición elevó el tono de sus críticas, aunque mantuvo un discurso más institucional y moderado que el de otros dirigentes de su partido que intervinieron antes que él.
Suena el himno de España en plaza de España.
Vistas privilegiadas de la concentración del PP contra el Gobierno de Pedro Sánchez.@periodistadigit pic.twitter.com/toHPZKSTvj
— Bertrand Ndongo (@bertrandmyd) June 8, 2025
Un baño de masas con mensaje de centralidad
La manifestación, que según las cifras del PP congregó a más de 100.000 personas (50.000 según la Delegación del Gobierno), sirvió a Feijóo para posicionarse como alternativa de gobierno.
El líder gallego se dio un auténtico baño de masas junto a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y José Luis Martínez-Almeida, alcalde de la capital.
En su discurso, Feijóo evitó utilizar términos como «mafia» o «dictadura» para referirse al Ejecutivo, a diferencia de los dirigentes madrileños, y centró sus ataques en la necesidad de «recuperar la decencia».
«Este Gobierno lo ha manchado todo. La política, las instituciones del Estado, la separación de poderes, la libertad de expresión y la convivencia. Lo ha llenado de corrupción, de cloacas y de mentiras».
El presidente del PP quiso dejar claro que la manifestación no era solo una cuestión partidista:
«No estamos aquí para defender un partido, ni una ideología concreta. Estamos para defender nuestro país».
Con esta estrategia, Feijóo busca posicionarse en la «centralidad de la política» y atraer no solo a sus votantes, sino también a ciudadanos descontentos de otras tendencias políticas.
🔴🔴Ayuso, en la Plaza de España: “Nos dirán: 'Qué exagerado decir que así es como nacen las dictaduras' […]. Las dictaduras entran a sorbos, poquito a poquito y de manera inofensiva".
Enorme… Alguien tenía que decirlo. 👏🏻👏🏻 pic.twitter.com/dM71bsT1mc
— Pedro Pineda Celis (@pedropcelis) June 8, 2025
La calle como escenario de la indignación
La protesta de ayer evidencia el creciente malestar de una parte significativa de la sociedad española con la gestión del Gobierno.
«España está cansada, pero no está rendida», proclamó Feijóo, quien añadió: «Frente al presidente que se esconde, aquí está un país que no lo hace».
El ambiente en la Plaza de España reflejaba ese hartazgo, con miles de banderas nacionales ondeando y carteles críticos con la gestión gubernamental.
Los manifestantes expresaban su rechazo a lo que consideran una «degradación de la democracia» por parte del Ejecutivo de Sánchez.
«La gente se ha echado a la calle a protestar contra un político amoral y corrupto que no puede ya ni pisarla», comentaba uno de los asistentes, resumiendo el sentir general de la concentración.
Este clima de indignación fue aprovechado por Feijóo para llamar a los españoles a «no callar» y «rebelarse contra la degradación» del actual Gobierno a través de «una revolución de la decencia y de la libertad».
Batalla de cifras y narrativas
Como suele ocurrir en este tipo de manifestaciones, la asistencia se convirtió en objeto de disputa política. Mientras el PP celebraba haber «inundado las calles de la capital», el PSOE calificaba la concentración de «raquítica» y un «fracaso» para las expectativas de Génova.
«El Partido Popular, la formación política que presume de tener más de 800.000 militantes, no ha logrado hoy juntar ni a 45.000 en la Plaza de España», señalaron fuentes socialistas, que definieron a Feijóo como «un hombre llamado fracaso».
Desde Ferraz argumentaron que la manifestación se quedó corta teniendo en cuenta que se celebró en una ciudad con millones de habitantes y con autobuses llegados de toda España.
Una estrategia de desgaste continuado
La manifestación de ayer se enmarca en la estrategia de oposición frontal que Feijóo viene desarrollando desde el inicio de la legislatura.
El líder popular está convencido de que el Gobierno «agoniza» y que Sánchez no será capaz de agotar el mandato, aunque no todos los dirigentes del PP comparten esta visión.
La socióloga y politóloga Cristina Monge señala que, pese a la munición que le esté suministrando el PSOE con los recientes escándalos, «el PP tiene dos problemas graves» que se han generado «ellos mismos».
El primero, según explica, es que «prácticamente desde el minuto uno de la legislatura pidieron la dimisión del presidente, cuestionando la legitimidad del Gobierno».
Un llamamiento a las urnas
El mensaje central de Feijóo fue claro: Pedro Sánchez debe convocar elecciones anticipadas.
«A Sánchez nadie le votó para esto» y tendría que ir a las urnas «si tan demócrata es como dice», afirmó el líder popular, quien retó al presidente a tener el «coraje» de someterse al veredicto de los ciudadanos.
«Nos comprometemos no solamente a ganar, lo vuelvo a decir, nos comprometemos a darle a España un gobierno decente y a gobernar decentemente. A eso venimos a comprometernos. Tenéis mi palabra», prometió Feijóo ante los aplausos de los asistentes.
La manifestación contó con la presencia de la mayoría de presidentes autonómicos del PP, así como de ex presidentes del Gobierno como José María Aznar y Mariano Rajoy, lo que demuestra la unidad del partido en torno a esta estrategia de oposición.
El contexto de la protesta
La concentración de ayer se produce en un momento de alta tensión política, con varios escándalos de presunta corrupción que afectan al entorno del Gobierno.
Feijóo hizo referencia a «una operación urdida en el corazón de Ferraz para atacar a la Guardia Civil y a jueces y fiscales con el objetivo de proteger a Pedro Sánchez de las diferentes tramas de corrupción que le afectan a él, a su mujer, a su hermano, a su partido y a su Gobierno».
Este clima de crispación política parece lejos de remitir.
La estrategia del PP pasa por mantener la presión en la calle y en las instituciones hasta conseguir un adelanto electoral.
Sin embargo, como recuerdan algunos veteranos del partido, «la gran pregunta es cuánto podremos aguantar a este ritmo, en este tono. Ahora mismo tanto el Gobierno como nosotros vamos con la lengua fuera».
Lo cierto es que la manifestación de ayer evidencia que una parte significativa de la sociedad española está dispuesta a expresar su descontento en la calle.
La pregunta que queda en el aire es si esta presión será suficiente para forzar a Sánchez a convocar elecciones o si, por el contrario, el presidente resistirá el envite y agotará la legislatura como ha prometido.
Entre los datos curiosos de la jornada, destaca que esta fue la segunda manifestación convocada por Feijóo en la Plaza de España, un escenario simbólico que el PP parece haber elegido como su particular kilómetro cero de la protesta contra el Gobierno.
Además, el líder popular cerró su intervención con un triple «viva» que resonó entre los asistentes: «¡Viva la libertad! ¡Viva la democracia! ¡Viva España!», una fórmula que ya se ha convertido en su sello personal para clausurar los actos multitudinarios.