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España amanece hoy con una nueva tormenta política tras la difusión de una grabación en la que Koldo García, antiguo asesor del exministro José Luis Ábalos, asegura que existía un sistema para blanquear comisiones ilegales, conocido “por todos los ministros” del Gobierno Sánchez.
La revelación, recogida en un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y remitida al Tribunal Supremo, ha abierto una brecha difícil de cerrar en el seno del Partido Socialista y amenaza con tener consecuencias impredecibles para el Ejecutivo.
Lejos quedan ya los tiempos en los que las acusaciones sobre mordidas parecían diluirse entre titulares sobre pandemias o crisis internacionales.
Hoy, las palabras de Koldo resuenan como un eco incómodo:
“Esto lo sabían todos los ministros”, recoge la grabación que obra en poder de los investigadores y que ha acelerado la investigación judicial sobre el presunto sistema de financiación irregular del PSOE.
El sistema: adjudicaciones amañadas y pagos ilegales
El informe de la UCO es demoledor. Detalla cómo, desde al menos 2015, un círculo próximo a Santos Cerdán —actual número tres del PSOE— y al propio Koldo García habría tejido una red para adjudicar contratos públicos a empresas afines a cambio de comisiones. Estas mordidas, además de enriquecer presuntamente a algunos protagonistas, habrían servido para alimentar las arcas socialistas. No faltan nombres: junto a Cerdán y Koldo figura José Luis Ábalos, exministro y uno de los hombres fuertes del sanchismo.
Las compañías beneficiadas no son pequeñas desconocidas. Entre las recurrentes figuran gigantes como Acciona o Levantina Ingeniería y Construcción, empresas con contratos millonarios durante la etapa más dura de la pandemia. Parte de las comisiones terminaba, según el informe policial, tanto en bolsillos particulares como en cuentas vinculadas al partido.
La mecánica era casi artesanal en su sencillez: se pactaban adjudicaciones, se exigía el pago del “impuesto” —así lo llamaban entre ellos— y se blanqueaban las sumas a través de transferencias o incluso sobres con dinero en efectivo. El propio Koldo se jactaba en las grabaciones: “Aquí todo el mundo sabe lo que hay que hacer. Esto funciona así desde hace años”.
El efecto dominó: Sánchez pide perdón y anuncia auditoría
El escándalo ha obligado a Pedro Sánchez a dar la cara. El presidente socialista ha pedido perdón públicamente y ha reconocido que “nunca debimos confiar” en algunos responsables internos, anunciando además una auditoría urgente sobre las cuentas del partido. Eso sí, descarta por ahora un adelanto electoral, pese a las crecientes presiones dentro y fuera del PSOE para que asuma responsabilidades políticas mayores.
La estrategia defensiva pasa por distanciarse de figuras como Cerdán o Ábalos —“caídos” pero aún influyentes entre bastidores— y prometer mano dura contra cualquier corruptela interna. Sin embargo, voces críticas dentro del propio socialismo advierten que el daño reputacional es ya irreversible.
Corrupción endémica: ¿el principio del fin para Sánchez?
No pocos analistas consideran que este caso puede marcar un antes y un después para el ciclo político iniciado por Pedro Sánchez. Editoriales recientes subrayan que las trampas sistémicas y abusos bajo su liderazgo han erosionado la legitimidad moral del Gobierno hasta un punto crítico. La idea fuerza es simple: si el propio entorno presidencial estaba al corriente —o peor aún, participaba— en el blanqueo sistemático de mordidas, estamos ante un final anunciado para el sanchismo.
El informe policial describe un modus operandi donde los favores políticos se traducían en adjudicaciones amañadas y retornos económicos “para la causa”. Un esquema que recuerda peligrosamente a los peores años del bipartidismo español y que pone contra las cuerdas a quienes prometieron ejemplaridad institucional.
El papel clave de la UCO y el futuro judicial
La UCO ha sido especialmente minuciosa en sus pesquisas. Las grabaciones obtenidas —incluida la famosa conversación donde Koldo detalla el funcionamiento interno del sistema— forman parte ya del sumario remitido al Tribunal Supremo. No solo se investigan delitos de cohecho o malversación; también está sobre la mesa la posible financiación ilegal continuada del PSOE como organización política.
La Fiscalía Anticorrupción estudia ampliar diligencias para determinar si parte del dinero fue canalizado hacia campañas electorales o actividades ordinarias del partido. La pregunta clave ahora es hasta dónde llegará la onda expansiva: ¿habrá imputaciones directas a ministros actuales o a altos cargos socialistas? ¿Se sentará algún miembro del núcleo duro sanchista en el banquillo?
Curiosidades e intrahistorias del escándalo
- El “impuesto” socialista: En los mensajes interceptados por la UCO, directivos públicos reconocen abiertamente que “te van a pedir el impuesto”, refiriéndose al porcentaje exigido como mordida por cada adjudicación relevante.
- Koldo García, protagonista inesperado: De portero de discoteca en Navarra a epicentro del mayor escándalo político reciente, su lealtad ciega fue premiada durante años por el aparato socialista.
- Santos Cerdán, el fontanero discreto: Su ascenso meteórico dentro del PSOE ha ido siempre acompañado por rumores sobre su habilidad para gestionar favores e influencias desde Ferraz.
- Las empresas implicadas pasaron en tiempo récord de facturaciones marginales a contratos multimillonarios con administraciones públicas durante la pandemia.
- No faltan conexiones internacionales: parte del dinero blanqueado habría viajado a cuentas opacas en Brasil e incluso Suiza, según indagaciones policiales aún abiertas.
Mientras tanto, muchos españoles se preguntan si este será realmente el capítulo final para un modelo político basado en redes clientelares… o solo otro episodio más en una serie interminable.