CASTING DE PROSTITUTAS

El reparto de mujeres, la ‘sobrina’ para todo y el tonteo con Pardo de Vera: el feminismo fake del PSOE y sus cómplices

"Ariatna o la colombiana nueva", en el primer día de campaña y tras el 8-M de Begoña Gómez

El feminismo fake del PSOE
El feminismo fake del PSOE. PD

Los hemos pillado. Otra vez.

El PSOE, autoproclamado paladín del feminismo, se confirma como el partido más putero y machista de Occidente.

Su cruzada abolicionista contra la prostitución, ondeada con fervor en mítines y titulares, choca de frente con escándalos que pintan un cuadro menos edificante.

Figuras como José Luis Ábalos, envuelto en la trama Koldo, han sido señaladas por tratar a mujeres como Jéssica o Nicoleta como meros peones en un tablero de favores y corruptelas.

Y qué decir de los rumores sobre fondos públicos dilapidados en prostíbulos, o el papel de María Jesús Pardo de Vera en contrataciones que levantan cejas.

Todo esto, mientras el partido se envuelve en la bandera de la igualdad, destila una ironía que roza lo tragicómico: un feminismo de postureo que, entre bambalinas, parece olvidar que las mujeres no son trofeos ni herramientas, sino protagonistas.

CASTING DE PROSTITUTAS

En abril de 2019, mientras el PSOE se presentaba como el paladín del feminismo en España, José Luis Ábalos, recién nombrado ministro de Transportes, se veía envuelto en un episodio que hoy, gracias a un explosivo informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, sacude los cimientos del partido.

Apenas un mes después de un 8-M donde los socialistas exhibieron su compromiso con la igualdad, con Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, liderando la marcha junto a ministras como Carmen Calvo, Nadia Calviño, Isabel Celaá y Reyes Maroto, una grabación revela una conversación aberrante. En ella, Ábalos y su mano derecha, Koldo García, negocian con desdén el reparto de prostitutas mientras planean un viaje electoral a Bailén, Jaén.

El 9 de abril de 2019, con el PSOE lanzando su campaña tras la moción de censura que desalojó a Mariano Rajoy del poder, Ábalos y Koldo no solo discutían estrategia política, sino que trataban a mujeres como mercancía. «*Si vienen de aquí, tienes a Ainara (mal pronunciada) o la colombiana nueva», le dice Koldo a su jefe.

«*No sé, Carlota es tremenda», titubea Ábalos. «*Tú elige, Ariatna o Carlota, y listo», remata Koldo con crudeza.

Todo esto mientras ultimaban un acto de campaña en Jaén, exigiendo un «lugar discreto» para facilitar la llegada de las mujeres.

Esta grabación, obtenida por la UCO, no solo expone un trato degradante hacia las mujeres, sino que choca de lleno con el discurso feminista que el PSOE enarbolaba. Ese 8-M, el partido había desplegado una pancarta con el lema «Somos feministas», con Begoña Gómez como figura central. Sin embargo, las palabras de Ábalos y Koldo destapan una hipocresía que cuestiona la coherencia del partido en su pugna con Podemos por liderar el movimiento feminista.

El viaje a Bailén se convirtió en un rompecabezas logístico. Ábalos y Koldo debatían entre destinos como Águilas (Murcia) o Málaga, preocupados por las carreteras y la accesibilidad. «Estamos hablando del sábado, en Bailén, no hace falta ir hasta Jaén. La carretera es un desastre», se lamenta Ábalos.

Revisando un mapa, insiste: «Mira qué cerca está esto. Si vienen de aquí, ¿qué dices?». Koldo responde: «Eso es justo lo que quería».

Este caso no es único. El informe de la UCO también evoca el escándalo de Juan Bernardo Fuentes Curbelo, alias Tito Berni, exdiputado socialista implicado en corruptelas en Canarias.

En un hecho revelador, el 23 de septiembre de 2020, durante la segunda ola de la pandemia, Berni visitó un prostíbulo en Madrid el mismo día que el PSOE condenaba la prostitución en el Congreso. Una contradicción que resuena con el caso de Ábalos.

La conversación entre Ábalos y Koldo destila desprecio:

  • Koldo: «Si vienen, ya sabes quiénes son. Ainara, que está impecable.»
  • Ábalos: «¿Y la colombiana?»
  • Koldo: «La colombiana nueva, claro.»
  • Ábalos: «No sé, Carlota es un cañón.»
  • Koldo: «Elige la que quieras, Ariatna o Carlota, y a volar.»

Este diálogo, cargado de cinismo, no solo mancha la imagen de Ábalos, sino que pone en jaque los valores que el PSOE dice defender. ¿Cómo se explica esta conducta en un partido que presume de feminismo? El escándalo, destapado en un momento clave, amenaza con dejar una huella imborrable en la política española.

LOS MANTRAS PROGRES

En la política española hay palabras que se repiten como mantras: regeneración, igualdad, transparencia.

Pero basta un escándalo —o varios, a la vez— para que la retórica se resquebraje y deje a la vista lo que hay debajo.

El PSOE de Pedro Sánchez afronta una de sus semanas más turbulentas tras el último informe de la Guardia Civil que implica a altos cargos del partido en tramas de corrupción, enchufismo y reparto de poder, con especial protagonismo para nombres femeninos que, lejos de ser ejemplos de empoderamiento, se han convertido en símbolo del llamado «feminismo impostado».

La dimisión forzada del secretario de Organización, Santos Cerdán, tras ser señalado como coordinador de presuntas mordidas en contratos públicos, ha dejado al socialismo tocado.

Y, mientras Sánchez pedía perdón a los militantes con rostro compungido desde Ferraz, la sombra del caso Koldo y las conversaciones sobre reparto de favores y adjudicaciones amañadas seguían creciendo día tras día.

Mujeres en primera línea… pero al servicio del aparato

Uno de los capítulos más llamativos del último episodio socialista es la utilización del reparto de mujeres en cargos públicos como coartada para sostener el relato igualitario. El caso paradigmático es el de Nicoleta, apodada entre bastidores como “la que sirve para todo”. Su ascenso meteórico y polifacético —de asesora a directora general, pasando por algún consejo de administración— ha sido objeto de chascarrillos internos y críticas veladas. Nicoleta representa esa figura recurrente: la ‘sobrina’ política o real que acaba recalando donde haga falta si hay lealtad al aparato.

No es un caso aislado. En varias empresas públicas y consorcios autonómicos han florecido nombres vinculados directa o indirectamente a dirigentes socialistas. La lista incluye desde asesoras digitales hasta responsables de comunicación o recursos humanos. La justificación oficial siempre es “criterios técnicos”, pero los mentideros del partido hablan abiertamente de cuotas internas e incluso “reparto por familias”.

El ‘tonteo’ con Pardo de Vera: ambición bajo sospecha

El nombre propio que más titulares ha acaparado en las últimas horas es el de Isabel Pardo de Vera, ex presidenta de Adif y fichaje estrella en varios gobiernos socialistas. Su salida anticipada, rodeada primero por acusaciones a la oposición (“machismo”, “mediocridad del PP”) y ahora por una imputación judicial directa, ha puesto en evidencia la estrategia socialista: escudarse en el feminismo para tapar errores propios o decisiones cuestionables.

Las investigaciones del caso Koldo han sacado a la luz mensajes donde se sugiere que Pardo de Vera buscaba mantener su influencia para “seguir ganando dinero con Pepiño y Óscar”, según palabras atribuidas al propio Koldo García. Estas filtraciones han alimentado las sospechas sobre su papel en contratos públicos y su relación con determinadas empresas beneficiadas por licitaciones exprés.

En paralelo, se especula sobre su participación en urbanizaciones polémicas y convenios urbanísticos opacos —como el caso Ginkgo en A Coruña— donde su nombre aparece vinculado a proyectos millonarios bajo sospecha. Ni las medallas concedidas ni las justificaciones posteriores han logrado acallar las críticas internas y externas.

Enchufadas, fiestas privadas y otras viejas costumbres

El fenómeno no se limita a los despachos. Hay quien recuerda con sorna cómo durante años han circulado historias sobre orgías en paradores nacionales y furgones cargados con ‘putas’ durante convenciones o encuentros oficiales. Aunque pocas veces trascienden pruebas fehacientes, los rumores forman parte del folklore político español y sirven para ilustrar una realidad incómoda: el doble rasero entre lo público y lo privado.

En paralelo, las denuncias sobre enchufes masivos en empresas públicas siguen creciendo. En cada crisis aflora un listado nuevo de cargos femeninos —hermanas, sobrinas o amigas— nombradas sin apenas experiencia previa pero con carné socialista o padrino bien situado. El resultado es una estructura clientelar donde el discurso feminista queda reducido a una etiqueta útil para las redes sociales o los mítines.

Consecuencias políticas: silencio incómodo… y presión internacional

Mientras tanto, los partidos aliados guardan silencio prudente o piden explicaciones sin elevar demasiado el tono. El PNV, viejo socio parlamentario del PSOE, ha optado por pasar “de puntillas” ante la crisis actual; ni moción de censura ni ruptura total, pero sí advertencias sobre la necesidad urgente de transparencia y limpieza interna.

La repercusión internacional tampoco se ha hecho esperar: varios medios extranjeros ya señalan abiertamente la corrupción sistémica dentro del Gobierno español y ponen en entredicho el supuesto liderazgo progresista del PSOE en materia feminista. Para un partido cuya bandera principal era precisamente esa superioridad moral frente a sus rivales conservadores, el golpe reputacional es mayúsculo.

Curiosidades y datos extra sobre el caso

  • La figura de Nicoleta ha inspirado memes políticos bajo el título “La sobrina para todo”, convirtiéndose casi en personaje folclórico dentro del PSOE.
  • Isabel Pardo de Vera llegó a recibir la Medalla de Oro de Vigo antes de ser imputada judicialmente.
  • Las conversaciones filtradas muestran cómo algunos implicados debatían abiertamente sobre adjudicaciones mientras bromeaban con mensajes feministas.
  • Los rumores sobre fiestas privadas con contenido sexual son un secreto a voces desde hace décadas, aunque nunca han sido objeto formal de investigación judicial.
  • El escándalo ha provocado una avalancha inusual de peticiones ciudadanas reclamando auditorías independientes sobre todos los nombramientos femeninos realizados por gobiernos socialistas desde 2018.
  • Pese al ruido mediático, ningún dirigente relevante del PSOE ha asumido responsabilidades políticas más allá de las dimisiones forzadas tras recibir notificación judicial directa.

El telón sigue subiendo mientras Ferraz busca cómo recomponer filas sin perder lo único que ya solo queda: una narrativa cada vez más difícil de sostener.

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